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En la Catedral de St. Paul, el servicio de acción de gracias en honor a la reina Isabel tuvo una gran ausencia: la de la propia monarca que cumple 70 años en el trono británico.
La reina decidió no asistir a la celebración, muy a su pesar según sus voceros, debido a que experimentó "algunas molestias" durante Trooping the Colour. El Palacio de Buckingham dijo que "teniendo en cuenta el viaje y la actividad" requerida para participar en el servicio, se tomó la decisión de que no asistiera.
El arzobispo de York, quien se encargó de dar el sermón que le correspondía al arzobispo de Canterbury, quien contrajo covid, dijo: "Todavía está en la silla de montar".
El reverendo Stephen Cotterell dijo, en citas recogidas por "The Times": "Pero con perseverancia, a través de tiempos de cambio y desafío, alegría y tristeza, continúa ofreciéndose al servicio de nuestro país y la Commonwealth. Su Majestad, lamentamos que no esté con nosotros esta mañana, pero estamos muy contentos de que todavía esté en la silla de montar. Y todos estamos contentos de que todavía haya más por venir.
"Entonces, gracias por mantener el rumbo. Gracias por seguir siendo fieles a los compromisos que hizo hace 70 años. Gracias por mostrarnos cómo el servicio y la fidelidad son importantes".
La Reina sí vio el servicio por televisión desde el Castillo de Windsor.
La Reina no fue la única figura importante que se perdió el servicio. El duque de York se retiró después de revelar que había dado positivo por covid-19, lo que significa que se perdió el único evento de los cuatro días de festividades a los que debía asistir.