“La Casa de los Famosos 3” sigue dando de qué hablar y más ahora que se encuentra en la recta final y sus habitantes desean convertirse en los gloriosos ganadores del jugoso premio de 200 mil dólares.
Y es que, el pasado viernes la emisión dio a conocer que Diego Soldano, La materialista, Pepe Gámez y Osmel Sousa eran los nominados de esta semana, donde cada uno uso sus recursos para que el público los apoyará y los conservará en el inmueble.
En esta ocasión fue Osmel Sousa el décimo eliminado del programa y aunque en semanas pasadas su nombre también había estado al filo de la soga, en esta ocasión no hubo concesiones y fue inminente su salida.
Aunque el empresario y actor de teatro, siempre ha sido bien querido por el público, que se tomó su tiempo hace unos días para manifestarse afuera del inmueble para expresarle su apoyo con pancartas y has con un mariachi, aunque la producción terminó con el evento, para evitar que los concursantes tengan contacto con el mundo exterior.
Así su reacción
Sin embrago, ante su salida el exmodelo reconoció que vive sentimientos encontrados, pues no sabe si está feliz o harto en realidad, luego de tres meses en el inmueble con personas que desde su punto de vista, muchas no tienen nada en común con él.
“No sé cómo decirlo, si me siento triste, alegre o feliz porque ya fueron tres meses que para mí fueron duros y al final estaba un poco harto, incluso ya muchas veces no quería hablar con nadie”, dijo el llamado “Zar de la belleza”, tras su eliminación.
Y es que, reconoció que llegó un momento en el cual se dio cuenta que muchos de los inquilinos no tienen nada que ver con él y él trató de ser amable para estar bien durante su estancia, lo cual logro, debido a que sus compañeros siempre lo mimaron en las tareas de la casa.
“Yo no sé hacer nada y no entre a la casa para hacer quehaceres domésticos”, dijo el exmodelo, quien salió del inmueble un poco agripado, pero con una gran experiencia por haber estado en el reality, donde son vigilados por 60 cámaras e igual número de micrófonos.
Sin embargo, reconoció que los últimos días en la casa ya no sabía que hacer o que decir con los demás, pues estaba cansado de estar con gente tan diferente y por ello su salida, no fue tan sufrida para él.