Cuando los planetas se mueven en el cielo se denomina como tránsitos astrológicos, y estos pueden darse por el ingreso de ellos en alguno de los signos zodiacales o cuando se producen aspectos entre dos o más cuerpos celestes. De estos últimos es que hablaremos hoy, ya que el Sol hace una oposición a Júpiter.
Es importante mencionar que la Astrología utiliza estos tránsitos para conocer la energía de un tiempo en específico, por eso son la base para construir el horóscopo tradicional y se han vuelto una gran guía para el trabajo personal.
¿De qué habla el Sol, Júpiter y una oposición?
Para poder entender de qué se trata este tránsito astrológico y sacar nuestras propias conclusiones, es importante saber de qué se trata cada uno de los planetas involucrados. El Sol es el planeta de la identidad, de nuestra personalidad más auténtica y también podría dar pistas de cuáles son las actividades que nos recargan de energía.
Júpiter es el planeta de la expansión, de la buena suerte y todo lo que toque este planeta se agranda o exagera, se le relaciona con la fe, con el optimismo y también con la autoconfianza. En algunos casos puede hablar de oportunidades y también de misiones o visiones que tenemos de la vida.
Por otra parte, una oposición es el aspecto o configuración de dos astros que se encuentran, en relación a la Tierra, en dos puntos del cielo diametralmente opuestos. En el período de la oposición el Sol, la Tierra y el planeta se ubican aproximadamente a lo largo de una línea recta y en el orden mencionado.
Sol oposición Júpiter: Momentos para reflexionar sobre donde queremos expandirnos
Durante estos días nuestra personalidad puede verse motivada por la energía de querer expandirnos, actuar y movernos por lo que queremos. Porque hay una pulsión movilizadora en nuestro interior que nos invita a arriesgarnos y nos dice que "todo estará bien", pero por otra parte necesitamos revisar si eso va a influir o desestabilizar mucho la armonía que tenemos o que estamos buscando.
Estamos en la temporada de Libra, la cual nos impulsa a todos a buscar balances en nuestra vida y relaciones, pero para llegar a ellos muchas veces necesitamos del fuego ariano, ya que Júpiter se encuentra en Aries, lo que nos da a entender que para encontrar la estabilidad que queremos crear, debemos movernos con confianza y fe.
Mientras este aspecto planetario esté activo es esencial que revisemos los movimientos que queremos y sabemos que tenemos que hacer para sentirnos plenos y felices. Movimientos que nos pueden llevar muchas veces a enfrentar miedos, pero que sabemos que son el salto de fe necesario para seguir nuestra esencia, brillar y crecer tanto individualmente como en nuestros vínculos.
Quizá este no sea el momento para dar grandes pasos, lo que puede generar frustración e impaciencia, pero este tránsito se puede usar para reflexionarlos para cuando sea el momento de hacerlo, todo siguiendo nuestro más puro ser, sin anteponer mucho a los demás en ese deseo que está buscando nuestra alma para crecer.