Hablando con Hoda Kotb y Jenna Bush Hager en el programa "Today", mientras promocionaba su nuevo libro "The Light We Carry", Michelle Obama se refirió a sus hijas Sasha de 21 años y Malia de 24 quienes ahora están compartiendo casa en Los Ángeles.
La ex primera dama relató que sus hijas decidieron invitar a sus padres al nuevo hogar y allí quisieron compartir algunas copas con ellos, momento en el que descubrieron la debilidad de las dos jóvenes: "Íbamos a llevarlos a cenar y dijeron: '¿Por qué no vienes a nuestro lugar a tomar un cóctel?'. Y nosotros dijimos: 'Está bien, veamos cómo va a ser esto'. Los martinis estaban un poco débiles. No creo que realmente supieran lo que era", relató que los cocteles habían sido tan suaves que no se acercaba en realidad a lo que deberían ser.
También afirmó que las reglas de sus hijas en casa sorprendieron a Michelle, de 58 años, cuando pidieron a sus padres que usaran un portavasos para sus bebidas. Ella dijo: "Estoy como, 'Nunca usaste un posavasos en mi casa'. Entonces, ahora que son tus cosas, ¿quieres cuidarlas?".
Las hermanas se mudaron a California porque Malia, de 24 años, ha estado trabajando en televisión, mientras que Sasha, de 21, asiste a la Universidad del Sur de California, donde conoció a su novio Clifton Powell Jr., hijo de un actor de Hollywood del mismo nombre, Clifton Powell Sr., quien ha participado en películas como "Ray", "Menace II society", "Dead Presidents" y "Why Do Fools Fall In Love".
Malia, por otro lado, ha sido relacionada con el productor discográfico Dawit Eklund.
Michelle Obama admitió que sus hijas no habían sido cercanas cuando eran más jóvenes, ahora aseguró emocionada: "lo que más me gusta es que esas dos chicas son las mejores amigas entre sí", dijo. También describió que verlas "en ese lugar donde son el sistema de apoyo de la otra y donde se apoyan mutuamente, es lo que toda madre querría".
Además, Michelle señaló que a pesar de tener múltiples iniciativas como primera dama, su mayor trabajo fue asegurarse de que sus hijas tuvieran una educación decente.
Una táctica que aprendió fue que al llegar por primera vez a la Casa Blanca, "cuando la gente me preguntó cuál iba a ser mi agenda, dije que mi primer trabajo sería ser 'mamá en jefe'", dijo. "Si no pudiera criar a mis hijos, asegurarme de que superaran esa experiencia completos, ¿cómo podría ayudar a alguien más?", agregó.