En una reciente entrevista en el programa español "El Hormiguero", Nicky Jam habló de su single "Ojos rojos", de su vida, de sus relaciones personales y recordó su paso por la cárcel y los aprendizajes que le dejó ese pasado oscuro.
A Nicky Jam se le vio tranquilo, con muy buen humor, con deseos de hacer muchas cosas y de compartir lo que tiene. Se definió como una persona que no puede estar quieta por lo que abrió un restaurante en Miami, que pronto tendrá sede en Medellín (Colombia) y tiene el deseo de abrir una sede más en Madrid (España).
Aseguró que "antes era un poquito rebelde", pero que ahora lo que le gusta es reírse con todo el mundo, que cree en las segundas oportunidades y sabe que es él quien hace el dinero y no al contrario.
Después de vivir una fuerte depresión que lo llevó a la ruina, a las drogas y el alcohol el artista estuvo tres años en la cárcel, "entre cuatro paredes", como él mismo lo expuso. Se rehabilitó para el año 2007 cuando decidió mudarse a Medellín (Colombia), así fue como empezó de nuevo su carrera, su vida.
Nicky Jam dijo con humor que en la cárcel también se aprenden cosas buenas, "una de las que más aprendí fue disfrutarme la libertad, porque es que uno a veces está afuera en un parque y como ya lo tiene no sabe lo lindo que es, pero cuando estás adentro y te dicen lo que tienes que hacer y cómo lo tienes que hacer, ahí es que te das cuenta que la libertad es algo increíble".
“También aprendí si hay alguien que tiene muchos años o cadena perpetua mejor aléjate de él, porque si el sabe que saldrás de la cárcel pronto va a hacer lo que sea pa’ que tu te quedes”, afirmó entre risas y con algo de picardía.
El entrevistador Pablo Motos le preguntó si es mejor ser discreto en la cárcel y no llamar la atención, a lo que Nicky Jam contestó: "Yo era el payaso de todo el mundo, yo no voy a decirte que fui fuerte, no, yo estaba asustado desde que entre, pero le hacía chistes a todo el mundo, cantaba, improvisaba. Yo ayudaba a todo el mundo, incluso cuando me fui la gente lloró porque es que se fue el payasito, ¿me entiendes?".
El artista continuó reflexionando sobre las condiciones humanas de las personas que están en las cárceles: "Lo que pasa la gente que está adentro es increíble, porque llega un punto en que ya no se sienten humanos, se sienten como animales. Toca recordarles que no es así, que son humanos, que estamos encerrados por haber cometido errores, pero hay gente que no es mala".
Sabe que adentro, en la cárcel, la vida es otra cosa, ahora valora y disfruta su libertad, además envió un mensaje de enfocarse en los “principios que te enseña papá Dios, esos principios que te enseñan en tu casa”.