Aunque el nombre de Tyler Henry no te pueda parecer familiar, de seguro habrás oído sobre el médium de Hollywood, cuya vida podemos conocer en la serie documental de Netflix "La vida después de la muerte con Tyler Henry".
Siempre nos asombramos con la capacidad de algunas personas y eso es parte de lo que nos ofrece esta cinta audiovisual, que al igual que una ficción nos atrapa con su narrativa sencilla pero emotiva.
Este no es el primer trabajo frente a cámaras del protagonista, ya que anteriormente debutó en un programa para E! atendiendo a múltiples figuras del espectáculo como a las Kardashian. No dejes de conocer sobre qué trata esta serie y por qué es un imperdible de Netflix, ideal para conectar con nuestro lado más intuitivo y emocional.
¿De qué se trata "La vida después de la muerte"?
En simples palabras, sigue la vida del Tyler, un médium cuya lista de espera supera las 300 mil personas, según revelan al comienzo del documental. Eso sí, aquí no solo vemos el personaje de médium y sus poderes, sino que conocemos su lado más íntimo y humano.
Más allá del estereotipo de médium que existe, este chico de 26 años es capaz de contactar con espíritus no solo con la clarividencia, ya que se apoya en otras técnicas como la canalización a través de objetos o la psicografía.
Él es el tipo de médium que más gozan mostrar las pantallas, de los que emocionan y despierta los sentimientos más profundos de la gente, puesto que lleva consuelo a las personas respecto a la muerte.
Sin embargo, esta serie no explota solo esa faceta, porque Tyler no ha tenido una vida sencilla y no precisamente por sus poderes. Su vida transcurrió entre el bullying escolar y asumir su orientación sexual, pero los dramas generacionales también le alcanzan.
¿Por qué ver la serie "La vida después de la muerte"?
Porque es un alimento para el alma, donde a través de experiencias sobre la muerte de otros podemos ir construyendo o rememorar nuestras propias vivencias al respecto.
Además, ofrece la esperanza de saber que todo estará bien luego de dejar este plano, así como recuperar la fe en que realmente existen personas con la capacidad de comunicarse con el mundo de los espíritus.
Y si eres escéptico al respecto, al menos te dará una visión de cómo las personas con estas capacidades llevan también una vida común, con dramas y alegrías propios de cada ser humano.
Más allá de creer si su don es real, acá conocerás desde una perspectiva cercana cómo Tyler vive, trabaja y colabora con la sociedad, motivado desde el lugar en que habita y desde quién es como persona.
En definitiva, es la invitación a conocer la vida después de la muerte.