Para la Astrología son tres los elementos que mayor importancia tienen en nuestra personalidad: el Sol, la Luna y el Ascendente. Este último habla de nuestro crecimiento, y el signo zodiacal en el que está habla de algo que necesitamos aprender en la vida, y también de cómo nos ven los demás.
En esta ocasión hablaremos de aquellos que son Ascendente Leo, cómo les influye en el día a día y qué cosas vienen a aprender en esta encarnación.
Cabe destacar que el Ascendente se puede ver en la Carta Astral, y para eso se necesita la fecha, hora y lugar de nacimiento.
¿Qué significa ser Ascendente Leo?
El Ascendente es un punto matemático en la Carta Astral, que indica el signo que se asomaba por el Este al momento de nuestro nacimiento, y marca el inicio de la rueda zodiacal. Esta energía puede que no se reconozca como propia, puesto que es algo que vamos integrando a través del paso del tiempo y las diferentes experiencias.
Ser Ascendente Leo significa que este signo es aquel que debemos incorporar, o más que nada, reconocer en nuestra vida, por lo que es probable que la energía de este signo la sintamos de distinta forma a lo largo que pasa el tiempo.
Ascendente Leo: ¿Qué necesitan incorporar a su vida las personas con este signo zodiacal?
Las personas que nacen con este Ascendente probablemente sientan que desde pequeños se han visto rodeados o expuestos a muchas personas que brillan. Esto las hace sentir que los demás siempre ocupan todo el espacio y no queda mucho para ellas.
Lo anterior, más que nada, es porque ese es el gran aprendizaje de este signo zodiacal: irradiar su energía, mostrarse, brillar y poder ser el centro de atención. A lo largo de su vida puede ir sintiendo que forma parte de dos caminos: donde el primero tiene que ver con sentir mucha vergüenza y querer esconderse de los otros; o el segundo, que tiene que ver con volverse un "payaso" donde quiera que va.
Su trabajo de vida es ir encontrando algo interno que pueda expresar desde su corazón, sin quedarse pegado ni obsesionado con la mirada externa o el aplauso que podría recibir de los demás. Debe buscar aquello que lo hace único, y al mismo tiempo reconocer que sí le gustaría ser sobresaliente y reconocido en lo que haga.
Sin duda por momentos puede sentir que le cuesta mostrarse tal cual es, pero eso ya debería intentar dejarlo atrás a medida que pasen los años, y desde los 30 en adelante poder integrar de manera óptima esta energía.
En conclusión, un Ascendente Leo tiene todas las características para ser único y separarse del resto, pero debe entender que tiene que salir de su refugio y conectarse con el mundo, con lo desconocido. De lo contrario, podría proyectar esa energía en sus seres queridos, sobre todo en los hijos o quienes actúen como tal en su vida.