Los tránsitos astrológicos son aquellos que hablan del movimiento de los planetas o puntos matemáticos en el cielo y de los contactos que hacen entre ellos. Este 2 de septiembre se vive uno: Mercurio hace oposición a Júpiter.
Primero que todo, es fundamental decir que de este tipo de posiciones es que la Astrología puede predecir y dar con el horóscopo, por lo que leer de qué se tratan nos puede dar mayores luces de qué pasa con nosotros en determinados días.
Pero para comprender de qué estamos hablando, es necesario primero entender qué significa cada planeta y el aspecto que hacen entre ambos.
Mercurio tiene que ver con las comunicaciones, el intelecto y el lenguaje. Habla de cómo nos expresamos y el tipo de cosas que nos interesa aprender. Júpiter, por otro lado, tiene relación con las creencias, del aprendizaje y la expansión. Es exagerado, y funciona como una lupa que agranda todo lo que toca.
Una oposición es un aspecto astrológico que hacen dos planetas que están en diferentes extremos de una línea. Tiene que ver con una tensión entre ambos y también con la forma en que ponemos en el otro lo que no nos parece.
Mercurio oposición a Júpiter: ¿Qué pasará con nuestras creencias y la comunicación?
Durante estos días es posible que encontremos a los demás muy exagerados a la hora de comunicarse, y que los otros sientan lo mismo cuando nosotros hablamos. Esto, porque Júpiter es la lupa que agranda todo y Mercurio rige, entre otras cosas, la comunicación.
Cabe destacar que Mercurio se encuentra en Libra a punto de retrogradar, y Júpiter se encuentra retrógrado en Aries. Ambos signos hablan de los deseos y es posible que sintamos mucha tensión con el otro, donde quizá nos cueste entendernos y llegar a puntos medios.
Por lo anterior es fundamental tener aún más ojo, respetar las decisiones de los demás y no reaccionar de manera desbordada a lo que dicen, puesto que sentiremos que tenemos diferencias y este aspecto de la Astrología lo hace aún más fuerte, llegando a desvirtuar las palabras.
También se confronta la lógica (Mercurio) con las creencias (Júpiter), así que no es de extrañar que nos sintamos en tensión respecto a las cosas que sentimos como ciertas, y las que pensamos racionalmente que deberían serlo.
Lo bueno es que este tránsito nos permite también ampliar nuestra mente y poder desmenuzar los pensamientos hasta llegar al fondo de las cosas. Al final lo que uno cree o no es personal, y tampoco podemos cambiar a los demás en sus posturas de un día para otro.
Cuidado con querer hacer mil cosas a la vez. Es fundamental abarcar todo desde la organización e intentar también conversar una cosa en vez de miles al mismo tiempo.
Por último, debemos estar atentos a los mensajes que recibimos estos días, ya sea a través de personas, redes sociales y sueños, para poder discernir entre lo que es información real o miedos e imprecisiones, que con Júpiter se pueden dar.