Cuando alguien fallece, quedan pendientes muchos asuntos relacionados con su vida de los que hay que encargarse. Hay que planificar su funeral, cerrar sus cuentas bancarias, buscar otro hogar para sus mascotas o pagar sus últimas cuentas.
Si el fallecido es un ser querido, es posible que tengas que encargarte de esos detalles personales y legales. Pero sea el caso de alguien cercano a ti o un desconocido, es importante que tengas ciertas precauciones para evitar posibles malos ratos u enfados del recién muerto.
¿Vas a un funeral? Evita hacer estas 4 cosas si asistes a uno
A continuación, te presentaremos cuatro recomendaciones para seguir y no realizar a la hora de asistir a un funeral, esto ya que en muchas ocasiones no se comprende que a pesar de que la persona ya falleció y pasó a otro plano espiritual, aún sigue presente parte de su energía, o espíritu como lo llaman algunos. Perturbar su descanso puede traerte graves problemas.
Nunca le pida a alguien que se pare al lado del ataúd o que pose para una foto de grupo al lado del difunto, pues de cierta manera el aura o energía del recién fallecido quedará atrapada en la imagen de la fotografía y, probablemente, si esa imagen es revelada o guardada en tu celular o cámara, el aparato se estropeará pues está cargando con la energía de la muerte.
No te lleves ningún adorno o artículo que haya sido entregado como un gesto para el muerto, pues al igual que ocurre en el cementerio, si decides llevarte alguna flor u otro objeto estarás cargando con una energía pesada y densa que pertenece al fallecido.
Además, tal como dice el dicho "lo que se regala no se quita", por lo que llevarte cualquier objeto que no sea tuyo llevará el peso de un robo.
Es un mínimo gesto de respeto por la familia y seres queridos del recién fallecido. Pero aparte de eso, es una manera de dejar que aquella persona que pasó a un nuevo estado espiritual pueda descansar y seguir avanzando en las próximas etapas por las que debe pasar su alma.
Hablar de alguien que ya no está es una forma distinta de llamarlo y atraerlo a tu presente; al aquí y ahora . Si a esto tú le sumas que estas hablando de forma negativa de ese recién muerto, lo que estás provocando es llamar a ese ser y molestarlo, pudiendo generar que este mismo haga cosas para vengar tus malas habladurías.
Esta es una de las recomendaciones más importantes, nunca debes rayar, escupir o en su defecto provocar cualquier tipo de daño al ataúd o ánfora en el que se encuentra el difunto. Esto será interpretado como un acto sin escrúpulos y una falta de respeto para quien acaba de fallecer y pasar a otro plano.