La reina Isabel ha tenido que cancelar por segundo año consecutivo el tradicional almuerzo familiar prenavideño en el Castillo de Windsor. El evento, en el que se recibían hasta 50 invitados de su familia extendida, se canceló debido a la creciente expansión de la variante ómicron de covid-19 en el Reino Unido (con más de 88 mil contagios en un solo día, el pico más alto de la pandemia), por lo que la monarca de 95 años consideró la reunión como un acto irresponsable dado que muchos de los asistentes se encuentran entre la población más vulnerable.
Lo que se busca con la cancelación es proteger a la familia real, evitando contactos externos, para poder llevar a cabo la celebración navideña en la finca de Sandringham. Aunque la confirmación de dicho evento todavía se encuentra en revisión. Según fuentes citadas por "The Sun", lo más probable es que la monarca pase su primera Navidad sin el Príncipe Felipe (quien falleció en abril pasado y con quien estuvo casada por más de 70 años) en Windsor.
El mismo diario citó a Dickie Arbiter, exsecretario de prensa de la Reina: "El almuerzo es muy importante para la Reina porque es la única época del año en la que toda la familia extendida se junta. Al haberlo cancelado, me sorprendería mucho si ella se marchara y se llevara a su familia a Sandringham. Windsor ha sido una burbuja segura desde el comienzo de la pandemia. La Reina predica con el ejemplo y espera que el resto de la familia siga su ejemplo. En esta época tan contagiosa, es mejor prevenir que curar".