Esta mañana, Italia finalmente pudo despedir a Raffaella Carrá, la showoman italiana que se convirtió en todo un ícono a nivel latinoamericano y europeo. La Piazza del Campidoglio recibió a fanáticos, celebridades y autoridades, que después la acompañaron a la iglesia de Santa María, donde por fin pudieron darle el último adios.

Con una gran foto de la intérprete de “Hay que venir al sur”, la basílica mantuvo el sencillo ataud, donde a pesar de la pandemia, pudo recibir a todos aquellos que vieron su vida marcada por la diva, que se caracterizó por romper esquemas tanto en su música como en sus apariciones televisivas.
La alcaldesa de Roma, Victoria Ruggi, tomó la palabra para señalar las virtudes e influencia de Raffaella Carrá, destacando "su gran carisma, su buen humor y su gran empatía", y agregando que "creo que todos estaremos de acuerdo que hay un adjetivo que la describe: Inolvidable".

“La televisión era su casa”, destacó la autoridad, antes que por fin el feretro donde reposa una de las ídolas más grandes de toda Italia fuera llevado al exterior, donde los asistentes le dedicaron un último aplauso.
Al ritmo de sus canciones, y con la emoción de sus familiares, la carroza fúnebre dejó el lugar para darle una sepultura privada a Raffaela Carrá.
