A la Reina Isabel II siempre le gustaron las joyas, tenía una importante colección con collares, tiaras, anillos, broches y más accesorios con los que la vimos en repetidas ocasiones. Ahora que falleció el pasado 08 de septiembre una de las más grandes incógnitas es ¿quién heredará las piezas? Pues la Princesa Ana es una de las afortunadas de al menos una de sus joyas más queridas.
La única hija de la Reina Isabel II y el príncipe Felipe de Edimburgo nunca se ha caracterizado por ser un miembro de la Familia Real muy ostentoso con grandes piezas llenas de diamantes o piedras preciosas. Su estilo es único, bastante sencillo y muy distante a algunas mujeres de la Realeza.
Sin embargo, por supuesto que tenía un vínculo muy especial con su mamá y ésta le dejó una de sus piezas favoritas de la colección. Hace unos días fue vista usando el collar de tres tiras de perlas que le encantaba a la querida Reina que duró más de 70 años en el trono.
Esta pieza podría parecer una de las más sencillas pero en realidad fue bastante especial para la fallecida Monarca. Fue un regalo muy cariñoso de parte de su papá, el Rey Jorge VI, con quien desde luego tenía una relación de mucho cariño y respeto. Ahora es un collar memorable de la princesa al tratarse de un regalo de su abuelo para su mamá.
El joyero David Douglas mencionó que a la Reina Isabel le encantaba el collar de perlas con tres vueltas y de hecho tenía varias piezas iguales en su colección. La última que agregó fue un regalo del Emir de Qatar que tenía un broche de diamantes.
Llamó mucho la atención el look con el que la Princesa Ana acompañó el collar pues se trataba de una pieza de gran parte color negra. Otro significado del collar es que por muchos años las perlas simbolizaron luto así que quizá intenta dar un mensaje de profunda tristeza y respeto hacia la pérdida muy reciente de su mamá. La Reina Victoria les dio el significado de lágrimas luego de la muerte del príncipe Alberto en 1861.