Mon Laferte revela verdad sobre su disco 1940 Carmen: su agencia de management hacía estafas

"Mi disco “1940 Carmen”está nominado a Best Latin Rock or Alternative Álbum en los Grammys. Les voy a contar la historia real de este disco".

Así empieza el largo hilo con el que la chilena nacionalizada mexicana Mon Laferte contó los entretelones sobre el proceso de un disco peculiar en su carrera, el segundo que publicara en 2021.

"Me gusta crear imágenes en una canción, pero en realidad creo que lo que hago es bastante simple: voy escribiendo lo que voy viviendo, lo que voy sintiendo y ahí queda, es un diario de vida mis canciones", le contó Mon Laferte a la revista Skyview cuando promocionaba el material.

En "1940 Carmen", la cantautora narró la etapa de felicidad y cambios que vivió durante su proceso de creación, que coincidió con el proceso al que se sometió en California para lograr quedar embarazada. En medio, según acaba de contar en Twitter, atravesó por una resolución para rescindir el contrato con la empresa de management que la representaba.

Así surgió este disco que habla de amor, decepción, libertad, consumismo y denuncia un abuso sexual.

Un fraude el detonador 

"En el mes de marzo me fui a la ciudad de Los Ángeles con mi compañero Joel —contó Mon—. La idea era quedar embarazados y tomarnos un tiempo para descansar, entonces empezamos tratamiento hormonal pero mientras estábamos en tratamiento me entero de que la oficina de management que tenía estaba realizando movimientos sospechosos (estafas), entonces me puse muy mal".

Continuó: "Obviamente y decidí terminar ese contrato, peeero, no se podía yo estaba muy triste por esta situación y además tenía mucho miedo de no quedar embarazada, me sentía a la deriva".

La única opción que tenía para acelerar el proceso de término de contrato, en lo que su abogada trabajaba, "era hacer un disco. Para mí no es fácil crear música cuando estoy estresada o triste o con miedo, pero me propuse hacer un disco que me ayudara de alguna manera a canalizar todo lo que estaba viviendo".

Así pues, con ayuda de su pareja, que le ayudó a crear un estudio de grabación casero en el pequeño departamento donde vivía, cuya dirección, 1940 Carmen le dio título al disco, se propuso hacer "un disco profundamente honesto y minimalista".

Y lo hizo solo con las herramientas que tenía a la mano, y "así con mi guitarra y mi computadora me puse a crear".

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