Celebridades

Miss Ghana: la reina de belleza que renunció a todo para trabajar en su aldea

La modelo dejo todo para volver a sus raíces y da lección de poder y emprendimiento a todas las mamás solteras.

Mientras muchas personas creen que han alcanzado el éxito al momento de tener fama y dinero, para otras existen cosas más importantes que vivir con lujos, pues un día se dan cuenta que la felicidad no la encuentran en el dinero. 

Y si no nos crees, hay un ejemplo claro de que ser una modelo exitosa no siempre es suficiente. Te contamos la historia de Miss Ghana, Hamamat Montia, y el radical cambio de vida que decidió tomar. 

¿Quién es Hamamat Montia, Miss Ghana?

Hamamat Montia se coronó en 2006 como Miss Malaika Ghana, un importante certamen de belleza, y fue gracias a esto que su físico cautivó a muchas marcas y comenzó su carrera profesional como modelo. Hamamat creía que vivía una vida de ensueño, con dinero, fama, un esposo adinerado y dos hijas hermosas, cuando de pronto todo cambió radicalmente.

Después de años de una vida prácticamente perfecta, se divorció. En ese momento se dio cuenta de que no podía mantener su lujoso estilo de vida, por lo que decidió que la mejor decisión era regresar a su hogar junto con sus dos hijas.

"Cuando se terminó mi matrimonio, mis ahorros no eran suficiente para mantenerme a mí y a mis niñas. En meses, todo se terminó y yo me quedé sin nada más que mis hijas y mis sueños. No me quedaba nada más que mi pasión", reveló Hamamat.

Aunque al regresar a su aldea, fue recibida con amor y palabras gentiles, en un principio no le resultó fácil adaptarse, por lo que recibió mucha ayuda para instalarse de nuevo en su raíces y su aldea se convirtió en su más grande red de apoyo y mientras que sus amigos de su antigua vida se burlaban de ella.

"Todo el mundo estaba muy feliz de verme porque no los había visitado en años. Me sentí muy amada, tanto que decidí capturar los momentos más bellos y compartirlos en redes sociales. Mis conocidos me insultaron y se burlaron de mis videos. Fue muy duro, pero era todo lo que tenía, así que volqué toda mi atención hacia mi aldea", confesó.

Hamamat comía, dormía y tenía tareas como cualquier otro habitante de su aldea. Un día, decidió grabar el proceso de elaboración de manteca de karité, un producto esencial en su aldea, y el video tuvo mucho éxito en redes sociales. En ese momento se dio cuenta que el producto tradicional de su aldea tenía mucho potencial en el mercado y nació su marca, Hamamat African Beauty.

Hoy en día se vende en todo el mundo y ha tenido tanto éxito que ha colaborado con otras marcas y hasta abrió un museo dedicado a la manteca de karité.

Hamamat logró encontrar la verdadera felicidad más cerca de sus raíces y redefinió lo que significaba el éxito para ella. Hoy quiere inspirar a otras mamás a que nunca dejen de luchar por lo que quieren.

"A todas las madres solteras que están batallando: sí, es duro. Sí, es doloroso. Sí, vas a llorar, pero nunca te des por vencida y nunca dejes de creer en tus sueños. Incluso si sientes que te han usado o mentido, eres muy valiosa", finalizó.

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