Los guardias del Palacio de Buckingham están sintiendo la onda de calor que afecta Europa. En Londres alcanzaron temperaturas de 37 grados centígrados y los integrantes de la Guardia de la Reina han tenido que romper los protocolos por el calor.
A los guardias, quienes son conocidos por su comportamiento serio, inquebrantable incluso cuando los turistas intentan hacerles sonreír, se les dio un tiempo de descanso en medio de la ola de calor para que pudieran hidratarse.
Cada miembro de la guardia trabaja tres turnos de dos horas al día, durante los cuales tienen estrictamente prohibido hacer cualquier cosa más que estar en posición firme, pero al parecer, el calor es lo único que los está doblegando.
En los últimos días se vio a un guardia de seguridad sosteniendo una botella de agua hacia un miembro de la Guardia de la Reina para que tomara un sorbo mientras mantenía su posición y sostenía su arma. También el lunes, dos guardias fueron vistos entregando una taza de té con una bebida dentro a uno de sus colegas.
La Guardia de la Reina
La Guardia de la Reina es un contingente de infantería encargado de custodiar las residencias oficiales de la monarca. Un destacamento del regimiento de guardia en el Palacio de Buckingham y el Palacio de St. James también es responsable de proporcionar la guardia en la Torre de Londres, donde se encuentran las Joyas de la Corona.
Si bien son conocidos por sus estrictas reglas y protocolos, el año pasado, los guardias causaron un gran revuelo, luego de que uno de ellos chocara con un niño en su camino después de que no hiciera caso a una advertencia de "¡abran paso!".
Y sólo su espíritu inquebrantable de su labor se ve trastocado por las altas temperaturas. Durante el Trooping the Colour, el desfile anual de cumpleaños de la Reina, un guardia se desmayó y otros más se desvanecieron durante el Servicio Nacional de Acción de Gracias, en el fin de semana del Jubileo de Platino de la reina Isabel.