La realeza británica sin duda tiene un extenso patrimonio, que consiste en casas, castillos y palacios reales, los cuales en su mayoría pertenecen a la reina Isabel II y en los cuales vive la mayor parte de la familia real.
Sin embargo, y para sorpresa de muchos, no viven ahí gratis, sino que pagan a la monarca una renta mensual. De dicho pago están exentos los príncipes Carlos y William las cuales junto a sus parejas, Camilla Parker y Kate Middleton, los cuales no dan ningún pago por vivir en sus residencias, por este motivo es que los Duques de Cambridge han sido tan criticados ahora que tienen dos residencias.
El príncipe Carlos vive gratis en Clarence House. Mientras que, los duques de Cambridge no han desembolsado ni un euro por habitar el palacio de Kensington, lugar que este próximos septiembre cambiarán por Adelaida Cottage, en el interior del castillo de Windsor y donde se van a mudar próximamente.
Las rentas de los otros miembros las administra The Crown Estate, la empresa encargada de recaudar todos los arrendamientos de la corona ¡Sí, parecido a la Edad Media! .
Los miembros que están en este caso es el príncipe Andrés quien junto a Sara Fergueson reside en Royal Lodge. El duque de York tiene un contrato de arrendamiento de 75 años desde 2003 y por el que pagó alrededor de un 1,2 millones de dólares, lo que vendría a suponer un poco más de 300 dólares a la semana.
En el caso de las princesas Eugenia y Beatriz de York, ambas vivieron juntas en el palacio de St. James durante 10 años a razón de 26 mil dólares anuales, según "Insider". Un alquiler que pagaba su padre.
No obstante, tras su boda, la hija mayor del duque de York se trasladó primero a Ivy Cottage, y actualmente reside en River Lodge, mientras que su hermana continúa en la residencia que ambas compartían.
Por su parte, la princesa Ana reside en Gatcombe Park, en Gloucestershire, una vivienda que fue un regalo de su madre, Isabel II y que está valorada en unos 26 millones de euros, por lo que no paga alquiler a la corona. No obstante, la hija de Isabel II ocupa el castillo de St. James cuando reside en la ciudad y, en este caso, sí se trata de una propiedad real.
