La Reina Isabel II tuvo cuatro hijos, el nuevo Rey Carlos III, la princesa Ana, el príncipe Andrés y el príncipe Eduardo; cada uno tuvo dos hijos, el príncipe William y el príncipe Harry del primero, Zara Phillips y Peter Phillips de su única hija, la princesa Eugenia y la princesa Beatriz de su hijo favorito y los más pequeños, Luisa Mountbatten-Windsor y Jacobo Mountbatten-Windsor de su último hijo.
Todos son además de una gran familia, grandes personalidades conocidas por el mundo. Se ha convertido en una gran novela donde muestran su vida y los seguidores de la Familia Real nos interesamos por ir más allá de las puertas cerradas del Palacio. Por ejemplo, estamos obsesionados con los documentales y libros que recientemente están publicando el príncipe Harry y su esposa Meghan Markle. Pero hay una nieta de la Reina Isabel II que es de las más discretas pero en realidad ha sufrido mucho; Zara Phillips.
La única hija de la Monarca y el príncipe Felipe de Edimburgo siempre se ha mantenido en la línea de los escándalos y las polémicas. Cuando tuvo hijos no quiso que les otorgaran algún título como príncipes -aunque les correspondieran- para que llevaran una vida lo más normal posible.
Zara Phillips y su hermano Peter Phillips lo entendieron y agradecieron, llevando una de las vidas más privadas como miembros de la Familia Real Británica. Ahora que son adultos y padres, tienen la misma mentalidad que su mamá.
Zara Tindall dio a luz a su hijo en el piso de su casa
Uno de los momentos más intensos que ha vivido fue cuando dio a luz a su tercer hijo. Se casó con el exjugador de rugby Mike Tindall con quien tiene tres hijos: Mia, Lena y Lucas Tindall. El 21 de marzo del año 2021 llegó al mundo el tercero, el nieto más pequeño de la princesa Ana; sin embargo, fue de una manera inesperada y de emergencia.
La pareja le dio la bienvenida al número 22 de la línea de sucesión al trono británico en el baño de su casa. Claramente no estaba planeado así pero su mamá entró en labor de parto y ya no le dio tiempo de llegar al hospital. La nieta de la Reina Isabel de en ese entonces 39 años, estaba a punto de dar a luz cuando su esposo se apresuró a conseguir una colchoneta, la tomó del gimnasio y corrió al baño donde se encontraba Zara.
"De modo que sí, fui corriendo al gimnasio a tomar una colchoneta, llegar al baño, poner la colchoneta en el piso, toallas, sostener, sostener, sostener", reveló en el podcast The Good, The Bad & The Rugby.
Entonces llegó sano y salvo con un peso de 3,7 kilos el décimo bisnieto de la Reina Isabel II y el príncipe Felipe de Edimburgo, causando mucha alegría para la pareja pero toda la familia sorprendidos por cómo llegó a sus vidas. Afortunadamente todo salió bien y ambos, el bebé y la mamá, tuvieron mucha salud.