La princesa Diana decidió hacer una aparición inesperada en uno de los eventos más reconocidos de la moda, con un vestido tipo lencero que robó miradas y escandalizó a la prensa en su momento en 1996 en la MET Gala.
Y es que durante más de 70 años, la MET Gala ha visto desfilar a diseñadores, músicos, actores, personalidades de la alta sociedad estadounidense y hasta miembros de la realeza en sus atuendos más lujosos y estrafalarios como ocurrió aquel día en que Lady Di llegó espléndida y radiante.
En esa ocasión, nadie esperaba la asistencia de la princesa, por lo que todos quedaron impresionados cuando la vieron llegar con la sencillez y elegancia que la caracterizaba y libre de las ataduras de la corona británica.
Según cita la revista Vanity Fair, la organizadora Anna Wintour y el diseñador John Galliano, el artífice de aquel vestido lencero con el que la princesa se ganó tanto las críticas como los elogios, fueron de las pocas personas que estuvieron al tanto de la presencia de la princesa en aquel acto.
La razón por la que casi no usa el "atrevido" y "revelador" vestido
La princesa Diana era conocida por su sentido de la moda experimental, y sus atuendos se volvían más audaces y atrevidos a medida que pasaban los años, pero el memorable look que usó en 1996 estuvo a punto de no usarlo.
El vestido lencero de la princesa Diana era una versión azul marino de seda hasta el suelo con un borde de encaje negro en el busto. La pieza de Christian Dior fue uno de los looks más atrevidos de Diana, y lo combinó con medias negras transparentes y tacones negros puntiagudos.
Sus complementos también llamaron la atención, pues optó por sus pendientes colgantes de zafiros y diamantes, que ahora pertenecen a Kate, princesa de Gales. Para combinarlos también puso su gargantilla hecha de collares de perlas con un enorme zafiro en el centro., la misma que usó cuando bailó con John Travolta en la Casa Blanca.
Diana temía que el vestido fuera "tan atrevido", según el Daily Mail. Una fuente dijo: "De hecho, [ella] estuvo a punto de no usar el vestido en la Met Gala de Nueva York por temor a que al príncipe William , que entonces tenía 14 años, no le gustaría que fuera tan revelador".
