CANNES.- Val KIilmer apareció nuevamente en los encabezados de los periódicos debido a que el documental "Val", que narra parte de su carrera y su lucha contra el cáncer de garganta, se exhibió fuera de competencia en la edición 74 del Festival de Cannes.
La cinta producida por Amazon Prime fue presentado por sus hijos, Jack y Mercedes ante la ausencia de su padre.
El documental, dirigido por Leo Scott y Ting Poo, lo muestra como una celebridad venida a menos que se conforma con firmar autógrafos en convenciones para promover su 'otra vida', pero también es un afectuoso retrato alimentado con sus propios archivos audiovisuales.
A pesar de que no puede hablar correctamente por su operación en la garganta, Val Kilmer participará en "Top Gun: Maverick", la segunda parte del filme que le hizo famoso y que se estrenará próximamente.
De los más grandes de su generación
Val Kilmer fue uno de los grandes nombres de aquella generación del Hollywood de los 80 y 90 que incluía a estrellas como Tom Cruise, Mickey Rourke, Kim Basinger, George Clooney, Nicole Kidman, John Travolta, Richard Gere y Mel Gibson.
Su fama fue tan grande, que incluso fue considerado un sex symbol de aquella época gracias a películas como "Los Doors", "Willow" y "The Saint". Es más, bastaría con recordar que se convirtió en Bruce Wayne para "Batman eternamente", filmada por Joel Schumacher en los 90.
La razón por la que Kilmer abandonó la saga fue porque se dio cuenta que daba exactamente lo mismo quién lo interpretara, pues al final Batman "es un personaje anónimo" , lo cual deja entrever también su vanidad.
Su peor pesadilla
En 2014, antes de tomar carretera para emprender un viaje de miles de kilómetro por Estados Unidos, Kilmer despertó repentinamente para darse cuenta que sus almohadas y cobijas estaban rodeadas de sangre que salía de su boca.
No tardó mucho en darse cuenta que le costaba trabajo pasar saliva. Aunque el diagnóstico fue claro en señalar al cáncer como el culpable de sus males, el actor prefirió interpretarlo como "una expresión física de sus problemas y miedos".
Posteriormente comenzó sus tratamientos entre los que se encontró una traquetomía y una serie de medicamentos contra el cáncer, pues su lengua "aún está hinchada, aunque curándose".
Kilmer se sometió a una cirugía, seguida de quimioterapia y radioterapia.
“Me destrozaron la garganta, sigue seca como un hueso”, señaló, en alguna ocasión.
Desde entonces, su vida depende de dos tubos: la cánula en la garganta para respirar y una sonda directa al estómago con la que se alimenta a base de líquidos.