Björk vuelve al cine luego de dos décadas de aquella majestuosa interpretación en el trágico musical "Bailando oscuridad", de Lars von Trier. Ahora lo hace en "The Northman", la más reciente película de Robert Eggers, el mismo que llevó a otro nivel el cine de terror con "The Witch" y que puso en un claustrofóbico duelo actoral a Willem Dafoe y Robert Pattinson en "The Lighthouse".
Björk interpreta a una vidente eslava llamada Seeress, quien se encarga de decirle a Amleth (Alexander Skarsgard), el protagonista de esta épica vikinga ubicada en el siglo X, que ha perdido el rumbo en la vida.
La escena
Al recordar su escena con Björk, Skarsgård dice que fue en una de las mejores noches del rodaje de la película en Irlanda del Norte. "Hacía frío, pero no había viento ni lluvia, y tuvimos luna llena esa noche, apropiadamente.
"Cuando filmamos, la luna llena estaba detrás de ella. Habla sobre el destino, los espíritus y la conexión con la Madre Tierra en su escena: fue increíble verla en esta rara noche de clima inmaculado, una experiencia verdaderamente memorable".
Al respecto, Eggers dijo: "Björk es Björk y su personalidad es real. He conocido a otras celebridades con personajes que parecen estilizados o afectados y se nota que es una tontería, pero con Björk sabes que estás obteniendo verdadera autenticidad. ¿Quién más debería interpretar a una vidente enjoyada sino Björk?".
El vestuario de Björk
En la película, Björk usa el mismo atuendo de lino que los aldeanos eslavos, incluida Olga (Anya Taylor-Joy), pero los accesorios que se muestran en su breve aparición la elevan a un nivel de otro mundo que emana poder y asombro. Su tocado, por ejemplo, es un tocado de boda tradicional ucraniano. Ella está "casada" con los dioses.
"Robert tenía una imagen de Björk con un tocado hecho de trigo, pero finalmente el nuestro estaba hecho de cebada con una sección de lino bordado en la frente de la que colgamos anillos temporales de oro y hebras de conchas de cauri que oscurecían sus ojos perdidos", dice Muir, encargado de vestuario, quien encontró las cuentas de vidrio para el tocado en un festival vikingo en York. "Hicimos dieciocho collares diferentes solo para la bruja eslava".
