Alejandro González Iñárritu regresó a filmar a México durante la pandemia. Hizo "Bardo, falsa crónica de unas cuantas verdades", que estrenó con muy buenos comentarios en el Festival de Cine de Venecia y que ahora fue anunciada como la película inaugural de la vigésima edición del Festival Internacional de Cine de Morelia.
Después la película estrenará en salas comerciales para luego entrar a la oferta de Netflix. En el festival, que se llevará a cabo del 22 al 29 de octubre en la capital michoacana, Iñárritu presentará su película, la primera que filmó en México desde su debut, "Amores perros", de 1999.
"Bardo" sigue, según su sinopsis oficial, el viaje personal de Silverio (Daniel Giménez Cacho), renombrado periodista y documentalista mexicano que vive en Los Ángeles. Luego de recibir un prestigioso premio internacional, regresa a México, sin saber que este viaje lo llevará a una experiencia existencial.
Quién es Iñárritu
Alejandro González Iñárritu ha sido premiado en dos ocasiones consecutivas como mejor director en los Oscar –en 2015 y 2016, por "Birdman" y "The Revenant", respectivamente– y una en el Festival de Cine de Cannes, por "Babel" (2006).
Precisamente por esta película, Iñárritu fue nominado al Oscar como mejor director. No fue su primera aparición en los reconocidos premios estadounidenses. Su debut, "Amores perros" (1999), un suceso mundial inmediato reconocido en Cannes, estuvo en la terna de mejor película extranjera.
"Mi familia y yo dejamos la Ciudad de México y emigramos a California hace 21 años. Dejar atrás tu país conlleva esperanzas y planes para el futuro, pero inevitablemente, también incertidumbre, contradicciones y paradojas. Migrar es una forma de morir, de renacer y reinventarse muchas veces", escribió Alejandro González Iñárritu en una declaración compartida en el anuncio oficial del FICM.
Añadió: "A los 59 años, la migración última y definitiva se acerca: la muerte, frontera inevitable que no pide pasaporte, te obliga en ocasiones a poner las cosas en orden. O al menos intentarlo. Sentí la necesidad de mirar hacia adentro y explorar algunas de esas experiencias y circunstancias que nos han ido moldeando durante las últimas dos décadas. Los recuerdos y las emociones de diferentes tiempos y espacios han aparecido en un orden no cronológico y están todos entrelazados".
En el comunicado, también se lee: "La memoria carece de verdad. Sólo posee convicción emocional. Es la verdad de esa emoción la que me propuse buscar en el enorme cajón de quimeras que he estado cargando. Las cosas que antes eran pesadas se volvieron más ligeras y graciosas. Esto es BARDO: el espacio intermedio. Un lugar donde las cosas mueren, vuelven a la vida y se transforman en un estado de incertidumbre perpetua", agrega el director.