No ha sido un año fácil en lo emocional para Álvaro Ballero, principalmente porque el exchico reality enfrentó el doloroso quiebre sentimental con su exesposa, Ludmila Ksenofontova, con quien tuvo un matrimonio de 17 largos años.

Según las últimas declaraciones hechas por el ganador de Protagonistas de la Fama, este momento aún le sigue marcando. De hecho, mediante una profunda reflexión hecha en su cuenta de Instagram, aseguró que, por ejemplo, aún utiliza su argolla de boda.

Álvaro BalleroEl exchico reality hizo una profunda reflexión sobre su presente.

Álvaro Ballero: Una profunda reflexión en medio de un año tormentoso

Según explicó Álvaro Ballero, “Todos estos meses son como una montaña rusa, a veces arriba, otras en la profundidad más oscura, a veces pocas risas, otras llorando a moco tendido, muchas noches desvelado con la cabeza a mil, otras esperanzado que todo será mejor”, dando a entender cómo se ha sentido últimamente.

“Luego la terapia, donde solo me enfoco en ser mejor persona para mis hijos y misteriosamente para mi ex, digo misterioso, porque mi naturaleza me podría hacer sentir todo lo contrario, pero el foco debe ser la paz para todos”, añadió en relación con Ludmila Ksenofontova.

En esta línea, Ballero reveló que han existido mujeres que lo buscan en pro de una posible relación. Ante esto, expresó que “no soy nadie hoy para buscar un amorío de medianoche, mi ego no da para relaciones, no me siento capaz de volver a amar a alguien, recién estoy buscando los cientos de pedazos del corazón que me rompieron, y no hablar del pegamento, no está… Han aparecido ex, reinas y doncellas, pero este príncipe se siente un vagabundo imposible de conquistar”.

Aún sueño con mi familia, a diario, aún uso la argolla, aunque no tenga sentido, pero así soy yo, alguien que sin sentido siempre encontró lo que quería, pero hoy estoy lejos de esa meta, estoy en ese rincón donde la oscuridad atormenta y el calor apacigua, no me saquen de aquí, hasta que toda esta tormenta pase. ¿Cuándo? No sé, ni quiero saberlo”, finalizó en su emotiva reflexión.

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