Hay muchas maneras de comprender la energía de cada persona, y una herramienta de autoconocimiento en ese sentido es la Astrología, práctica esotérica que estudia a los doce signos zodiacales y les otorga diferentes características que los hacen únicos.
En esta oportunidad queremos que conozcas uno de los rasgos distintivos no tan positivos que puede tener una persona, que es la envidia. Esta particularidad tiene que ver con la sensación de dolor o desdicha por lo que los demás logran en su vida, y son tres los signos que más la sienten. ¿Estarás en la lista?
Cabe destacar que todos tenemos influencia de los integrantes del Zodiaco, siendo el signo solar el que más identificación nos da, lo que podemos conocer mediante nuestra fecha y hora de nacimiento, que nos permite descubrir nuestra Carta Astral.
¿Cuáles son los signos zodiacales más envidiosos, según la Astrología?
- Tauro
El segundo signo del Zodiaco tiene problemas con controlar sus emociones con respecto a las cosas materiales, aunque generalmente no lo expresa abiertamente, sino que se les salen en comentarios desproporcionados o miradas juzgadoras.
Tauro suele preocuparse de lo que tienen los demás y se compara constantemente, por lo que siente mucha envidia si siente que es o tiene menos que las personas que le rodean.
- Virgo
Para este signo la estructura y el análisis son primordiales, por lo que constantemente se exige perfección. Pero la vida no es perfecta y constantemente ocurren cosas inesperadas, y eso trae descompensación para los virginianos.
En el momento en el que ellos procesan su error comienzan a mirar al resto, se comparan y sienten envidia si los demás parecieran hacer las cosas mejor, o estar más avanzados en ciertas cosas.
- Capricornio
Uno de los principios de vida de este signo es el esfuerzo, ya que cree que nadie debería tener nada regalado, así que constantemente está dando todo de sí para conseguir lo que quiere.
Estar tan enfocado en lo anterior hace que no tenga mucho conocimiento de sus frustraciones o emociones en general, lo que le pasa la cuenta cuando aparecen grandes obstáculos y necesita enfrentar cosas más ligadas a su espíritu y no a la acción. Ahí es cuando empieza a sentir fuerte envidia de los demás que parecieran actuar sin problema ante las adversidades, o porque los ve más acompañados en el proceso.