Mercurio Retrógrado es un tránsito astrológico del que la Astrología habla mucho, ya que tiene que ver con un movimiento en el cielo que trae confusión y distintos problemas en las temáticas de este planeta y el signo zodiacal en el que se produzca: en este caso es en Libra, y durará hasta principios de octubre.
Mercurio tiene que ver con la comunicación, el intelecto, la tecnología y el aprendizaje. Libra, por su parte, es un signo que habla de la justicia, lo equitativo, y sobre todo de las relaciones con los demás.
Por otro lado, es importante entender que se dice que un planeta está retrógrado cuando, debido a la aceleración de la Tierra por su cercanía con el Sol, vemos como si el cuerpo celeste se estuviera moviendo para atrás. Esto, que es una percepción, respondería a cómo se genera el tiempo de confusión y problemas.
Mercurio Retrógrado en Libra: ¿De qué se trata y con qué tener cuidado?
Primero que todo es fundamental mencionar que el comienzo de este tránsito también se da con la Luna Llena en Piscis, lo que habla mucho de cierres y resultados de un proceso, sobre todo en relación a lo espiritual y relacional.
Dicho lo anterior, cuando Mercurio retrograda siempre se dice que hay que tener ojo con la vuelta de ex parejas, pero en este tiempo hay que tener especial cuidado con las relaciones, ya que son una temática primordial para Libra.
Entonces, es lógico pensar que habrá una evaluación de cómo vivimos el vínculo con el otro, qué cosas soportamos y cuáles ya no queremos soportar. Si vuelven personas del pasado, es quizá que todavía hay cosas por resolver en esa relación, pero eso no significa que deba haber un encuentro romántico, eso lo decides tú, no un planeta ni su movimiento.
Que no te sorprenda si este mes te encuentras repensando y evaluando tus vínculos, tanto los antiguos como los nuevos, porque la retrogradación nos hace mirar hacia atrás. Es tiempo de cuestionar cómo damos y recibimos en las relaciones.
Pero Mercurio Retrógrado no trae claridad, así que es probable que estos cuestionamientos se den entre medio de actos confusos y que quizá te conecten con la impulsividad, pero es mejor tomar todo con calma y analizar aquello que quieras hacer, para saber si realmente lo quieres hacer. Esto incluye las conversaciones y las palabras que salgan de tu boca.