El príncipe Carlos no estaba a la altura de Lady Di, literalmente, y ella se bajó de sus tacones

El día de hoy se conmemora el 24 aniversario luctuoso de la princesa Diana, en estás más de dos décadas amigos y familiares la han honrado compartiendo recuerdos e historias del pasado de Lady Di.

Uno de los secretos de su boda fue revelado por Clive Shilton, el creador de sus zapatos de novia. Las zapatillas que usó Diana en su enlace matrimonial con el príncipe Carlos, en 1981, eran casi tan especiales para ella, como el mismo vestido.

"Era una mujer muy tímida, dulce y de ojos sonrientes", dijo Shilton a Daily Mail. "La principal preocupación de Diana era que no se viera más alta que el príncipe Carlos, ya que era muy alta, medía 1.78 mts., por lo que los zapatos tenían un tacón pequeño", explicó.

Aunque en ese entonces Diana ya era consciente del amor que el príncipe tenía por Camila Parker, la princesa amaba tanto al noble que lo priorizó en el más mínimo detalle el día de su boda.

Los zapatos tardaron 6 meses en estar listos, entre su diseño y producción. El tacón era mínimo, a petición de Diana, ya que era tan alta como el príncipe Carlos y no quería evidenciarlo. Los zapatos estaban cubiertos de encaje y lentejuelas, además tenían un elemento romántico personalizado, pues sobre el arco de cada zapato estaban pintada las iniciales “C y D”.

Lo nuevo, lo viejo, lo prestado y lo azul que utilizó la princesa Diana:

Las tradiciones son muy importantes en la realeza y el ajuar de Diana de Gales no fue la excepción. Como se estila, utilizó algo nuevo: su precioso y exclusivo vestido de novia. Lo viejo fue un fino encaje carrickmacross, que pertenecía a Queen Mary, la abuela de la Reina Isabel. Lo prestado fue la tiara Spencer, que pertenece a la familia Spencer y ha sido utilizada por varias mujeres de la familia de Diana.

 Lady Di, decidió alejar a la mala suerte portando no uno, sino con tres objetos azules: un pequeño lazo azul en la cintura de su vestido, otro lazo azul en su liga y el anillo de compromiso de zafiro, símbolo de lealtad y fidelidad, que le dio el príncipe Carlos.

La pieza de joyería, que además estaba inspirada en un broche que el príncipe Alberto le regaló a la reina Victoria en 1840 para que llevara “algo azul” el día de su boda, costó 47 mil libras, lo equivalente 60 mil dólares. El anillo incluía un zafiro ovalado de Ceilán de 12 quilates, que estaba rodeado de 14 diamantes sobre una banda de oro blanco de 18 quilates.