El legendario cantante Raphael decidió sincerarse como nunca sobre uno de los capítulos más dramáticos de su vida en una serie documental titulada "Raphaelisimo", con la que además celebra 60 años de exitosa trayectoria en los escenarios.

Antes del estreno en cines en Madrid, al que acudió acompañado de su esposa Natalia Figueroa, sus tres hijos y Manuela, su nieta mayor, el artista concedió una entrevista al programa de televisión "El objetivo" del canal La Sexta, en la que dio detalles sobre el origen y causas del trasplante de hígado al que tuvo que someterse de urgencia en 2003.

Raphael reconoció que el deterioro de ese órgano vital se debió al alcohol que ingería para solventar sus problemas de sueño. "Mi vida se me iba y, además por una memez absurda que fui aumentando sin darme cuenta. Y todo fue por dormir, por intentar descansar".

En su conversación con Ana Pastor, confesó que debido a su ajetreada vida en la escena musical en España y Latinoamérica, comenzó a beber en los aviones y hoteles cuando pusieron minibar. "Me bebía una botellita, luego dos y dormía como un lirón toda la noche, y al día siguiente podía cantar como los ángeles".

Raphael evita pronunciarse sobre política, porque "profesionalmente" no quiere ser de ningún partido: "No debo meterme en esas cosas. Tengo mis sentimientos pero no quiero publicitarlos".

El cantante recordó que nació durante la dictadura de Franco y apuntó que ha tenido "la oportunidad de estar en un país que ha cambiado muchísimo" y ha vivido "con todos". Sin embargo negó tajantemente que fuera cercano al franquismo. "¿Cómo voy a ser cercano? Lo que pasa es que yo le gustaba mucho a su señora, que iba al teatro, y mucho además. Pero bueno, ella iba a donde le daba la gana", ha aclarado.

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