Sin duda este último mes ha estado lleno de cambios para el Príncipe George, la Princesa Charlotte y el Príncipe Louis ya que con sus padres, el Príncipe William y Kate Middleton, se mudaron recientemente del Palacio de Kensington en Londres a Adelaide Cottage, una casa de cuatro habitaciones ubicada en Windsor's Home Park, los 5,000 acres de terreno privado que rodean el Castillo de Windsor.
Debido a la mudanza, los niños comenzaron recientemente clases en una nueva escuela cercana, Lambrook, que cayó el mismo día en que murió la reina Isabel. Fallecimiento que sin duda generó más cambios en la vida de George, Charlotte y Louis.
Tras todos estos cambios, ahora los pequeños príncipes tienen dos semanas para relajarse en casa, ya que los estudiantes de Lambrook están libres para la mitad del semestre. Motivo por el cual sus papás decidieron tomarse un descanso de sus deberes reales como príncipes de Gales para pasar tiempo en casa con sus hijos, como siempre lo han hecho en el pasado.
El matrimonio se enfoca en brindarles a sus hijos una sensación de estabilidad en su nuevo hogar mientras se producen tantos cambios en sus vidas, ya que es la primera vez que viven separados de su niñera, María Turrión Borrallo.
"Las cosas estaban muy tensas esa semana; no fue exactamente el período de adaptación que esperaban", explicó una fuente cercana a People, "Por lo que quizás estas vacaciones de dos semanas finalmente les permitan la oportunidad de hacer precisamente eso".
Así que la familia real pasará el tiempo conociendo su nuevo hogar: "Les encanta que los niños puedan salir en sus bicicletas y andar en bicicleta por la finca, y están muy emocionados de conocer a todos. Es una pequeña comunidad real".
Los príncipes de Gales han hablado previamente sobre algunas de las actividades favoritas de George, Charlotte y Louis, que incluyen hornear, cocinar y todo tipo de artes y manualidades. Actividades que Kate Middleton suele fotografiar y subir a su Instagram.
