
La fallecida reina Isabel II era conocida por todo el mundo como una mujer fuerte, muy responsable y dispuesta a tomar las riendas de toda una nación con tan solo 25 años; sin embargo, con más de setenta años en el trono era inevitable querer saber su vida privada, más que su descendencia trabaja para la Corona y los hemos visto en repetidas ocasiones en su representación. ¿Cómo fue la Reina Isabel II como mamá?
Hijos de la Reina Isabel II
Para empezar debemos recordar que la Monarca de Inglaterra se casó el 20 de noviembre de 1947 con Felipe de Grecia y Dinamarca, quien se convirtió en príncipe consorte y Duque de Edimburgo. El 14 de noviembre de 1948, casi un año después, nació su primogénito, el príncipe Carlos ahora Rey de Inglaterra; dos años después nació la princesa Ana y tuvieron que pasar diez años para que en 1960 naciera su tercer hijo, el príncipe Andrés. Finalmente para completar la familia llegó su cuarto hijo, el príncipe Eduardo el 10 de marzo de 1964.

¿Cómo era la Reina Isabel II como mamá?
La Reina Isabel II fue conocida desde su nacimiento como una mujer fuerte, seria y muy recta con la ética y los protocolos reales, como madre no podría calificarse como cariñosa, era más bien distante contrario a su madre quien sí era bastante dulce son los suyos.
Decidió dejar la mayoría de la crianza de sus hijos en manos de niñeras pues era un servicio muy común en aquella época e incluso se sigue llevando sin verse mal. Sus numerosas obligaciones como cabeza de una nación no le permitían pasar mucho tiempo con sus hijos.

El príncipe Carlos, su primer hijo, es totalmente diferente a ella y su esposo, el carácter del ahora Rey es más como el de su abuela, la Reina Madre. Tímido, inseguro y sentimental que por un momento de su adolescencia fue un poco complicado por la preparación como el futuro monarca del Reino Unido.
Su hermana, por el contrario, tiene el carácter más como sus padres, sobre todo como el Duque Felipe de Edimburgo. Esta diferencia de personalidades hicieron que el Rey Carlos se sintiera muy solo en su crecimiento pues demandaba afecto que sus padres no le daban. El amor que deseaba de su mamá lo recibió de su abuela.

Con sus largos viajes y numerosas obligaciones, era muy común que los niños se quedaran a cargo de la Reina Madre y personal de servicio. No fueron malos padres, simplemente padres royals que su agenda apretada tan jóvenes no les permitió disfrutar de su familia como incluso todos hubieran deseado.
Para su tercer y cuarto hijo la Reina Isabel y su esposo ya eran más grandes y habían madurado en los temas laborales así que esta etapa fue más disfrutable tanto como matrimonio como con su descendencia e incluso hasta con sus mascotas. Fue una madre mucho más presente con ellos y se dice incluso que el príncipe Andrés, su tercer hijo, fue su favorito pues montaba a caballo como ella, disfrutaban mucho tiempo juntos y era el prototipo del hijo perfecto para ella; sin embargo, los escándalos con Jeffrey Epstein hicieron que la imagen del ahora Duque de York se manchara completamente tanto para el pueblo como para los ojos de su familia.







