Robert Pattinson es el nuevo Batman en la película de Matt Reeves que estrena este fin de semana. Y aunque ahora goza de fama y prestigio actoral, en sus inicios no lo tuvo fácil. En una entrevista con la revista "GQ", de la cual es portada, el actor británico que se diera a conocer por la saga "Crepúsculo" dijo que sufrió con los castings.
Debido a su acento, en Estados Unidos le manifestaban su preocupación por esa causa. "Así que, cada vez que me presentaba a un casting, decía que era una persona diferente, un estadounidense de Míchigan, por ejemplo. Pero un día hice una prueba para 'Transformers 2', justo después del estreno de 'Crepúsculo' y dije que era de Denver. Entonces llamaron a mi agente y le preguntaron que qué me pasaba, que si estaba haciendo una improvisación, una además muy aburrida".
A la sombra de Eddie Redmayne
A Robert Pattinson, contó en la entrevista citada, le tocó hacer varios castings con actores de su generación como Eddie Redmayne o Andrew Garfield. "Eran increíblemente buenos. Estabas fuera esperando y oías a los directores de casting decir: '¡Madre mía qué bueno! ¡Es buenísimo!". Y yo pensando: '¿Qué actor será?'. Y de repente salía Eddie en plan: ¿qué tal, man? Había pruebas a las que acudía pensando que era una comedia y de repente escuchaba unos sollozos muy intensos. Y yo: '¡Pero ¿quién ha sollozado de esta manera?¡'. ¿Y quién sale por la puerta? ¡Eddie!".
Pero esos tiempos se acabaron. "Si no hubiera tenido tanta suerte y durante todos estos años hubiera tenido que hacer castings, no habría conseguido forjarme una carrera en absoluto. Soy malísimo haciendo pruebas".
Y dejó de ser un asiduo de las ternas de los Razzie Awards para convertirse en un actor capaz de hacer personajes tan oscuros como el de Thomas Howard en “El faro”, de Robert Eggers, o como el Bruce Wayne de Reeves.
La fama para Robert
Robert Pattinson, de 36 años, le dijo a “GQ” que la fama “da terror a veces. La gente piensa que tienes a un ejército detrás protegiéndote, pero no es así. Estás solo. Necesitas una cantidad demencial de fortaleza mental. Obviamente, llevas un tipo de vida increíble, pero, como cualquier otra cosa, si no puedes desconectar, mal. Incluso las personas más cercanas a ti asumen que tu vida es como la cuentan las revistas. Hasta mis familiares lo piensan. Pero de eso se trata al final, de capturar la imaginación de la gente”.