Como decía Bart al final de un episodio de la primera temporada de "Los Simpson", no hay guerras divertidas. Y la invasión de Rusia a Ucrania no lo es. Sin embargo, en Twitter se han compartido muchos videos del pasado como comediante de Volodymyr Zelensky, el presidente ucraniano que se ha mantenido en su país a pesar del ofrecimiento estadounidense de ser evacuado del mismo, a lo que respondió: "La pelea está aquí. Necesito munición, no un aventón".
Uno de los videos más compartidos de la carrera anterior de Zelensky, en la compañía de comedia Kvartal 95 que él fundó, fue un clip de una actuación en la que parodiaba el baile de "Single Ladies" de Beyoncé.
Aquello ocurrió en 2014 y Zelensky y sus compañeros aparecen en pantalones de PVC, una bolera cortísima de manga larga y tacones de aguja de 4 pulgadas.
Las reacciones
Mucha gente manifestó su inconformidad por el hecho de que se compartan este tipo de videos. Hay a quienes les parece que deja malparado a Zelensky, quien lidera la resistencia de su país a la invasión. Sin embargo, a otros tantos no e incluso ha ayudado a aumentar la popularidad del presidente ucraniano en el mundo y las simpatías hacia el invadido país europeo.
Como escribe la británica Caitlin Moran en su columna en "The Times": "Zelensky como Beyoncé es propaganda. Para Ucrania".
Antes de ser el héroe de Occidente como el sexto presidente de Ucrania que defiende la libertad de su país llamando a la lucha, Zelensky obtuvo una licenciatura en derecho y creó su productora. Además, tenía el programa "Servant of the People", en el que hacía el papel de presidente de Ucrania. La serie se emitió de 2015 a 2019, aunque desde marzo de 2018 Kvartal 95 creó un partido político homónimo al programa.
Moran, novelista y feminista, tiene una explicación al fenómeno de Twitter: "Teniendo en cuenta la naturaleza hiperbólica de Twitter, la mayoría de las personas que tuitean sus intensos sentimientos hacia Zelensky están tratando de encontrar una forma no empalagosa de registrar su asombrada admiración por el hecho de que una figura increíblemente improbable, alguien que, hace cuatro años, estaba bailaba rumba con un catsuit de lentejuelas ahora lleva un chaleco antibalas, se niega a dejar su capital marcada por las bombas y hace creer a su país que tiene una oportunidad de luchar contra un enemigo con 6,000 ojivas nucleares.
“Cuando ves a un hombre decente con sentido del humor estar a la altura de una ocasión con valentía, brío y sentido de la nobleza, te hace tener una reacción que es. . . no política. Es una situación emocional”.