Este jueves 26 de mayo, Ellen DeGeneres puso fin a su programa de entrevistas diurno tras casi dos décadas con una fiesta de amor entre celebridades y una contundente afirmación de su logro como mujer gay que se atrevía a ser ella misma.
Después de más de 3 mil programas, el espacio de entrevistas que compitió con el de Oprah Winfrey llegó a su final, opacado por acusaciones de albergar conductas laborales tóxicas y de contradecir su mantra de "ser amable".
"Cuando comenzamos este programa, en 2003, no existían los iPhones ni las redes sociales. El matrimonio entre parejas del mismo sexo no era legal", dijo después de grabar el último episodio del show el mes pasado DeGeneres.
"Vimos el mundo cambiar, a veces para mejor, a veces para peor", indicó
No hay duda de como la escena cultural ha cambiado desde que la comediante se declaró lesbiana en 1997 en una entrevista a la revista Time, y al mismo tiempo que lo hizo su personaje en la serie de televisión Ellen.
Cabe señalar que DeGeneres fue considerada como un ícono del movimiento LGBT+, pero cancelaron su serie un año después en medio de ataques. Cinco años después ella se reinventó como anfitriona de un programa de entrevistas.
"Fue una sensación, un hito", opina Mary Murphy, profesora asociada de periodismo de la Universidad del Sur de California.
“Amiga de las celebridades”
La lista de invitados de DeGeneres incluía celebridades de primera línea y fue clave para el éxito del programa, especialmente en las regiones más conservadores de Estados Unidos.
Durante 19 temporadas, las estrellas de Hollywood y de la escena pop visitaron el foro de DeGeneres para promocionar sus proyectos y para ser objeto, a veces, de ligeras bromas.
Jennifer Aniston, la primera invitada del programa, volvió este jueves para el episodio final: "Ella es amiga de las celebridades. Ellos lo saben, y ella lo hace todo jovial".
"Quizás era porque habiendo sido tan quemada, ella no quería comer a otras personas. No había aquello de 'te agarré'".