
Abigail Disney es la nieta del cofundador de Walt Disney Company y ella acaba de señalar que la compañía prefirió ver hacia otro lado ante la conducta sexual inapropiada de Harvey Weinstein, el productor ahora de 70 años acusado por más de 90 mujeres de acoso y agresión sexual y que de hecho ya cumple una condena de 23 años.
Recluido en Los Angeles en espera de juicio por cargos adicionales, también enfrenta la demanda de Kaja Sokola, quien lo acusa de haberla agredido sexualmente en 2002, cuando ella solo tenía 16 años y había llegado de Polonia a Estados Unidos con la esperanza de emprender una carrera como modelo. Es la más joven de sus demandantes y ella mencionó a Disney en su demanda.
Abigail Disney afirmó en una entrevista con Rolling Stone citada por DailyMail que "Harvey era un secreto a voces" cuando Miramax, estudio de Weinstein, pertenecía a Disney, lo que ocurrió entre 1993 y 2010.
Abigail Disney habló precisamente por la demanda de Sokola, quien la interpuso en 2019 acusando a Weinstein de haberla agredido en su departamento de Nueva York y a Disney de no investigar o detener a Weinstein.
Abigail Disney, que debe su fortuna a la empresa que fundó su abuelo, pero a la que ha criticado con frecuencia en el pasado, dijo:
"Quiero decir, ni siquiera era un secreto. Todos sabían de qué se trataba Harvey, y eso estaba bien siempre que todos lo vieran como: 'Bueno, así es como se hacen los negocios'".

"Nadie tuvo la claridad moral para dar un paso al frente y decir: 'Bueno, aquí no. Aquí no lo hacemos así'. Creo que Disney necesita dar un paso adelante".
Añadió: “Cuando has hecho algo incorrecto, incluso si ha sido dar un paso atrás y dejar que algo suceda, sigue siendo algo incorrecto. Y hay que asumir la responsabilidad”.
La demanda de Sokola, quien hoy ejerce como psicóloga en Polonia, también apunta directamente a Disney. Cita el Daily Mail: "Durante el tiempo en que Disney era propietario de Miramax, Miramax pagó acuerdos a varias mujeres que fueron víctimas del acoso y abuso sexual de Harvey Weinstein".
“Basado en el control de Disney sobre las finanzas de Miramax, Disney sabía o debería haber sabido de estos pagos, lo que debería haber provocado una investigación”, afirma la demanda.
La compañía salió prácticamente ilesa de la saga de Weinstein, a pesar de su larga asociación con el magnate del cine.