
Olivia Newton-John, quien murió el pasado 8 de agosto, además de pasar más de 30 años luchando por su vida, emprendió otra dura batalla, la de salvar a su única hija Chloe Lattanzi, de su adicción a las drogas y sus trastornos alimenticios.
La joven de 36 años, hija del actor Matt Lattanzi, reconoció en un par de ocasiones que la profesión de su madre le afectó severamente, pues cuando era niña pasó la mayor parte del tiempo sola.
Desde la muerte de la actriz y cantante, su hija se ha dedicado a postear conmovedores mensajes en memoria de su madre, pues se convirtió en su gran inspiración para salir adelante de sus adicciones.
"Mi batalla fue contra las adicciones. Tengo que mantenerme sobria el resto de mi vida y eso es una lucha y requiere trabajo. Todos tenemos cosas que resolver", declaró la cantante en el 2019, luego de que el cáncer volviera a afectar la salud de su madre.

Chloe Lattanzi recordó en una entrevista que a la edad de 26 años tuvo que ingresar por propia voluntad a un centro de rehabilitación durante siete meses, pero ese no fue el único fantasma que debía vencer, ya que luchaba con sus problemas de dismorfia corporal y anorexia que la llevaron a pesar 37 kilos.
"La fama te desordena por completo. No culpo a mi madre de mis problemas, pero nunca querría ser famosa ni criar a mi propio hijo en torno al culto a la celebridad. Arruina vidas", declaró en una entrevista a Daily Mail.
"Mi trastorno alimentario comenzó cuando tenía 15 años y continuó hasta los 20. Tenía ataques de ansiedad y necesitaba encontrar una manera de sentirme en control de algo. La comida era lo único que podía controlar", confesó a The Mail on Sunday.
"La primera vez que probé la cocaína sentí un gran alivio. Me quitó la ansiedad. Llegué al punto en que lo primero que hacía cada mañana era consumir cocaína", concluyó.




