Uno de los temas más sonados de la familia real aceptó, durante el reinado de Isabel II fue su mala relación con Diana Spencer, la primera esposa del príncipe Carlos.
En un principio aceptaron la relación de Diana de Gales con el príncipe, pues tenía todas las características para convertirse en princesa de Gales, pero con el tiempo empezaron a surgir tensiones entre la reina y la princesa.
Después de casarse, Lady Di padeció de bulimia. Se dice que la familia la intentó ayudar tanto en su salud como en el matrimonio, que también estaba pasando por un mal momento, pero personas dentro de la familia británica hicieron, que la reina Isabel II y la princesa Diana tuvieron problemas.
Producto del enojo, Diana de Gales hablaba con los medios de comunicación sobre varios temas que no le gustaban a la reina británica, así que eso generó un roce muy grande entre ambas.
El príncipe Carlos en varios ocasiones le fue infiel, por lo que Diana empezó a actuar de forma muy rara y eso hacía que la reina se molestará, pues no entendía su forma de por su reacción a la situación.
Lo que más le molestó a la reina Isabel II es que un Lady Di día declaró que le puso el cuerno al príncipe con James Hewitt, un exoficial de la guardia real y también las fuertes críticas que le hizo a su exesposo, asegurando que no era apto para ser rey y que tampoco llegaría a serlo en ningún momento. Además, filtró los acuerdo económicos a los que llegaron despues de su separación.