Reina Isabel II: Las anécdotas en las que derrochó su gran sentido del humor

La vida y reinado de Isabel II estuvo rodeado de gran seriedad y solemnidad, pero hay un elemento que frecuentemente pasó inadvertido: su gran sentido del humor y su fina ironía.

La capacidad de diversión de la monarca británica fue elogiada como una de sus características más destacadas, que le ayudaron a hacer más llevadero su largo reinado desde tan temprana edad y aunque todas sus labores las tomaba con mucha seriedad, no le impidió desarrollar esa cualidad.

Expertos en realeza revelaron una faceta de Su Majestad que muestra su sentido del humor. Personas cercanas a la monarca más longeva del Reino Unido, quien falleció a los 96 años, dieron a conocer los momentos más hilarantes que dejaron a Isabel con una gran sonrisa en su rostro.

Excelente imitadora

Karen Dolby, autora del libro "Wicked Wit of Queen Elizabeth II", dijo que también se dice que es una muy buena imitadora, particularmente buena en la impresión del exlíder ruso Boris Yeltsin. En privado, la reina imita a políticos, clérigos y personajes de la televisión británica.

La risa es la mejor medicina, por lo que la monarca durante mucho tiempo encontró en el humor una forma sutil de romper el hielo o tratar de calmar la tensión cuando la gente está nerviosa a su alrededor.

Sutil ironía 

Otra anécdota que cuenta Karen Dolby es cuando la reina Isabel se topó accidentalmente con unos turistas estadounidenses cuando salió a caminar un día lluvioso cerca de su residencia escocesa de Balmoral en compañía de un escolta. Al no reconocer a la dama envuelta en su impermeable, los turistas le preguntaron si alguna vez había conocido a la reina.

“No”, respondió, y señalando a su escolta añadió: “Pero él, sí”. En otra salida en privado, cuando estaba de compras en el condado de Norfolk, uno de los vendedores le comentó: “Usted se parece exactamente a la reina” y ella respondió: “Qué tranquilizador”.

“Su capacidad de divertirse y de ver el lado gracioso de la vida le ayuda a mantener contacto con la gente”. Y en ese sentido, la reina conoció a muchos cómicos, incluyendo el legendario comediante británico Tommy Cooper, que una vez, recuerda Dolby, le preguntó a la monarca si le gustaba el fútbol. La reina admitió que no estaba particularmente interesada en ese deporte y Cooper le respondió: “En ese caso, ¿me podría regalar sus entradas a la final de la Copa FA?”

Juegos Olímpicos

La reina Isabel aceptó ponerse en ridículo en una aparición estelar acompañada de 007 en las Olimpiadas de 2012 tirándose en paracaídas, supuestamente, y apareciendo luego en el palco. Ella tenía mucho sentido del humor y una gran capacidad para estar al día con la sensibilidad de la gente".

Hace 10 años, Londres fue sede de los Juegos Olímpicos y lo que más llamó la atención fue el inesperado número en el que se pudo ver a la reina Isabel recorriendo los pasillos de Buckingham junto a James Bond (interpretado por Daniel Craig) para subirse en un helicóptero, sobrevolar Londres y después simular un salto desde un paracaídas con el que llegaba, impecable, al Estadio Olímpico.

La curiosa broma, muy poco habitual por parte ya no de un miembro de la familia real británica, sino especialmente viniendo de la soberana, se quedó en las retinas de millones de espectadores

El humor en el Jubileo de Platino

Durante las celebraciones por los setenta años en el trono de Isabel II, la reina volvió a sorprender por su salida humorística, tal como como lo había hecho con Daniel Craig en la justa olímpica. Isabel II, quien debido a sus problemas de movilidad tuvo pocas apariciones durante su Jubileo de Platino, sorprendió con un video en el que compartió el té con el Oso Paddington en el Palacio de Buckingham.

Isabel II y el personaje animado digitalmente se reunieron para un caótico té con crema en el Palacio de Buckingham. En las imágenes, la Reina revela que comparte el amor de Paddington por los sándwiches de mermelada y lo guarda en su característico bolso.Paddington, como es su costumbre, privó accidentalmente a Su Majestad de otra taza de té y roció crema de un pastel de chocolate sobre un lacayo del palacio.

El oso del Perú más oscuro y profundo felicitó a la Reina por su reinado de 70 años, diciendo: "Feliz jubileo señora. Y gracias"', a lo que la reina contestó con modestia: "eso es muy amable".

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