Una de las cosas que el príncipe Harry no dudó en mencionar en su libro de memorias "Spare" fue el poco contacto físico que tuvo con su padre, su hermano, su abuela y hasta su tía abuela por protocolo de la realeza y por la cultura británica.
Sin embargo, el Príncipe habló de varias ocasiones en las que le hubiera gustado darle la mano a su padre, abrazar a su hermano o hasta simplemente abrazar a su abuela, la Reina Isabel II.
Aunque Harry nunca lo hizo, tuvo una relación cercana con ella, pero siempre tuvo miedo de las consecuencias que abrazarla en público podría tener.
“Me entraron ganas de abrazarla, aunque por supuesto no lo hice”, recordó. “Estaba fuera de toda lógica. Nunca lo había hecho y no imaginaba ninguna circunstancia bajo la cual un comportamiento así pudiera ser autorizado”.
El Duque de Sussex se comparó con su madre, Diana Spencer, quien supuestamente sí habría intentado abrazar a la que fue su suegra y el incómodo momento que ambas pasaron durante ese episodio.
“Corría una famosa historia sobre mi madre intentando abrazar a la abuela. De hecho, más que abrazarla se abalanzó sobre ella, si puede darse crédito a los testigos. La abuela hizo un movimiento brusco para evitar el contacto y la cosa terminó de una forma muy extraña, entre desvíos de miradas y disculpas a medio pronunciar”, aseguró el Duque.
“Cada vez que trataba de figurarme la escena me imaginaba aun carterista pillado con las manos en la masa o a un jugador de rugby practicando un toque de tobillo”.