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¡Cuidado! Estas son las actitudes que te roban la energía día a día

Muchas veces hay personas que drenan nuestra energía con sus actitudes, pero ¿con qué gestos podemos sabotear nuestra energía nosotros mismos?

La energía vital es algo muy importante de lo que debemos saber cuidar y proteger, ya que es a través de ella que podemos desarrollarnos de maneras óptimas para poder cumplir con las actividades de nuestro día a día. Es por eso que hoy queremos contarte algunos tips para reconocer cuáles son las actitudes que muchos repetimos sin saber que estamos drenando nuestra energía. 

Ya hemos hablado de los vampiros energéticos, quienes son conocidos por ser personas que consciente o inconscientemente roban la energía de las personas y de los espacios. Sin embargo, hoy buscamos compartirte algunos pensamientos o actividades que repetimos en nuestro diario vivir que terminan desgastando nuestra energía y lo hacemos nosotros mismos.

Generalmente estas actitudes vienen desde el miedo o el dolor, por eso es tan importante ponerles atención, ya que pueden llegar a entramparnos y estancar nuestra energía.

¡Cuidado! Estas son las actitudes que te roban la energía día a día

El centrar nuestra preocupación únicamente en nuestras deudas puede llenarnos de angustia y preocupación, lo que puede hacer que nos ceguemos y comencemos a sabotear nuestra energía. Esto puede limitar nuestra visión y no dejar que confiemos en el flujo de la vida.

Cuando guardamos rabia o resentimiento hacia algo o alguien es cuando comenzamos a estancar nuestra propia energía, ya que de cierta forma "envenenamos" nuestros pensamientos, sin poder mirar de una forma positiva el mundo, lo que hace que nuestra energía no fluya de manera óptima.

Cuando nos aferramos a lo conocido y no nos permitimos abrir nuestra mente al cambio destinamos nuestra energía a preservar situaciones que ya están obsoletas y, es esta lucha por preservar lo antiguo, lo que hace que gastemos nuestra energía de una manera innecesaria y cansadora.

Cuando nos fijamos en los logros de los demás únicamente para competir y compararnos es que nos hacemos sufrir a nosotros mismos, pues no estamos respetando nuestros tiempos, no estamos validando nuestros esfuerzos y no estamos observando nuestros talentos. Es por eso que competir o compararse es uno de los comportamientos más usuales que roban nuestra energía.

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