Para la Astrología los movimientos de los planetas se denominan como tránsito astrológico y hoy nos encontramos con uno que puede ser desafiante pero también, si sabemos cómo ocupar las energías disponibles, puede llegar a ser muy sanador. Este es el de Mercurio en Libra en oposición a Quirón en Aries.
¿Cómo afectará este tránsito astrológico en nuestra energía? ¿Cuál es la importancia que tiene este movimiento? ¿Cómo podemos llegar a proyectar en los demás nuestras frustraciones o dolores? Estas preguntas no se podrán responder sin antes comprender qué significa Mercurio, Quirón y una oposición según la mirada astrológica.
Mercurio es el planeta de la comunicación, el aprendizaje y todo lo que tenga que ver con lo intelectual. Por otra parte, Quirón es un asteroide conocido por representar nuestras heridas y dolores, siendo un punto que activa el sufrimiento en nosotros, pero también la sanación.
Una oposición, por su parte, es un aspecto astrológico entre dos planetas que se encuentran a 180º y que indica cierta tensión. Habla de que muchas veces proyectamos en los demás lo que sentimos y cómo se genera un enfrentamiento entre ambas energías.
Mercurio oposición a Quirón: Días sensibles para la comunicación
Mercurio se encuentra en Libra, lo que hace que intentemos llegar a acuerdos o equilibrios a través de la comunicación con los demás, esto nos invita a encontrar un punto medio entre los deseos del otro y los deseos individuales que tenemos.
Esta posición astrológica nos invita a escuchar, a expresarnos de maneras armónicas, buscando no hacer sufrir a las demás personas y quizá tratando de rehuir un poco de los conflictos.
Quirón se encuentra en Aries, el signo opuesto complementario de Libra, lo que indica la herida que nos duele individualmente y la frustración de sentir que no podemos movernos por lo que queremos ni expresarnos auténticamente.
El contacto entre estos dos puntos, al ser una oposición, puede indicar que estos días estaremos más propensos a encontrarnos con el dolor y la limitancia a través de las conversaciones con los demás.
Se podría proyectar incluso en la otra persona eso que tanto nos duele, porque reconocerlo en nosotros puede sentirse como un potencial fracaso y es por eso que estaremos propensos a responsabilizar en los demás sobre aquello que nos provoca sufrimiento, ya sea por los tonos de voz que ocupan o por los mensajes que nos entregan.
Estos días también pueden mostrar nuestra frustración a nivel intelectual o de conocimientos, sintiéndonos más inseguros de los conceptos e ideas que manejamos y de lo que no.
Todo esto que se nos muestre es para que reconozcamos aquello que nos duele y nos hagamos cargo de una manera amorosa y armónica para tener un mejor lenguaje para relacionarnos. Es por eso que es preciso poner atención a qué palabras utilizamos cuando nos equivocamos o cuando las cosas no salen como queremos, ¿estás siendo amable contigo mismo o estás agrandando más y más tu herida?
Recordemos que una vez que aceptamos el dolor quironiano baja considerablemente la irritabilidad o la frustración, ya que nos reconocemos humanos y soltamos ese afán por "ganar" o vernos "indestructibles" y esto nos abre puertas a, en este caso, comunicarnos mejor al igual que relacionarnos mejor.