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Si hablamos de energías, son muchas las que están vinculadas a nuestro cuerpo físico, a través de las cuales manifestamos diversos sentimientos, emociones y estados de ánimo, como lo pueden ser los Chakras o el Aura.
Estas últimas, al igual que los Chakras, emanan energías que impactan en sus entornos, así como también afectan a cada persona. El estudio del Aura pertenece a las pseudociencias, y se dice que tiene características específicas, como determinada forma o color. Ella puede decir mucho sobre la gente, por eso te invitamos a conocer más al respecto.
¿Qué es el Aura?
Es un campo de energía electromagnética que tiene forma de huevo y que envuelve nuestro cuerpo. Esta energía la podemos imaginar como una nube que transmite al resto nuestro sentir a nivel físico, emocional y espiritual, y que interactúa con otras auras, por lo cual es probable que el rechazo hacia alguien provenga de ahí.
Esta nos conecta con distintos planos energéticos, así como físicos y etéreos. De la misma manera, guarda relación con los chakras, ya que también está compuesta por 7 capas o niveles que tienen una correspondencia.
Este campo energético posee determinados colores que también indican sobre el estado en el cual nos encontramos. Eso sí, no siempre es perceptible a simple vista. Aunque hay personas que tienen la capacidad de percibir el color o fotografías en las cuales también se puede conocer, no es común que ello ocurra.
¿De qué colores puede ser el Aura y qué simboliza cada uno?
Una de las maneras que puedes saber en qué color está vibrando tu Aura es a través de los sentimientos y emociones que estás viviendo, por lo cual aquí te compartimos los colores y lo que simbolizan en este campo energético.
Habla de energías más pasionales, sexuales y poderosas, así como dominantes, con un movimiento mucho más asertivo y seguro. Cuando está en desequilibrio, expresa rabia y enfado, un poco de violencia, ansiedad y obsesión, así como mucho nerviosismo para actuar.
Esta energía es muy tierna, habla de sensualidad, empatía y cariño, con mucho romanticismo. Está presente cuando se acaricia y estimula el sistema inmunológico. En los aspectos menos positivos, habla de inmadurez e infantilismo en el actuar, y se hace presente sobre todo cuando se miente.
Este color representa la actividad creativa y artística, de personas inteligentes y que prestan atención a los detalles, denotando también mucha seguridad. En su lado más oscuro, habla de una persona sometida a mucho estrés, con sobrecarga del trabajo, e incluso a veces exhibe ciertas adicciones que puedan existir.
Habla de una energía de gente más despierta, atenta a su entorno, que está inspirada, relajada y optimista. En su lado de menor equilibrio, expone susto y, al igual que el naranjo, habla de estrés y sobrecargas laborales.
El aura adquiere estos tonos cuando hay actos sanadores, comunicativos e integradores, generalmente hablan de contacto con los otros en un buen sentido. En casos negativos, denota celos y envidias, así como autoestimas bajas y actitudes victimistas.
Este color aparece cuando hay momentos de tranquilidad, cuando se conecta con el ser interior y sus emociones, así también cuando se inicia prácticas espirituales. En su aspecto menos equilibrado, habla que la persona algo oculta por miedo, ya sea a decir lo que piensa o de ser sincero.
Es uno de los colores más sensibles de todos, habla de una conexión psíquica, de consciencia y conexión con la sabiduría, así como de flujos de intuición activos. Cuando no está activa esa energía, es porque la persona tiene miedo a demostrar su poder, se entrega mucho al qué dirán y está desconectada de las fuerzas elementales de la naturaleza.
Esta es una energía muy pura, angelical, que representa renovación e inicios energéticos. Se hace presente cuando las personas dedican mucho tiempo a lo espiritual, descuidando otros aspectos del plano físico y corporal.
Este color se manifiesta cuando las personas están sumidas en sentimientos negativos, como la tristeza, la pena o el dolor. No suele reflejar algo positivo, sino más bien una gran necesidad de sanación ya que está abrumado por demasiadas cargas que no son positivas.