La Reina Isabel II se asustó con la incorporación de Meghan Markle a la Familia Real pues al ser una actriz estadounidense temía que se "mareara" con los lujos que podía recibir siendo parte de la Realeza. Inmediatamente después de convertirse en la esposa de su nieto, la Duquesa de Sussex empezó a gastar de forma impresionante.
Para empezar se solicitó una asignación permanente para la mamá de Meghan Markle, Doria Ragland, quien había dejado de impartir clases de yoga poco antes de la gran boda real. Durante el primer año siendo parte de la familia, la esposa del príncipe Harry se dio vuelo con los gastos en ropa y joyas, principalmente, sumando más de medio millón de libras esterlinas solo en temas personales.
Por supuesto que fue una alerta importante para la Reina Isabel y decidió vigilar muy de cerca los gastos que hacía la duquesa de Sussex pues comparó lo que ocupó Kate Middleton, la esposa de su otro nieto, el príncipe William, y apenas superaron las 85 mil libras esterlinas; es decir, Meghan Markle gastó siete veces más que la ahora Princesa de Gales. Así lo mencionó el libro "Royals at war".
A Meghan Markle le encanta ir de compras y sus costosos gustos no se han detenido pues consiguió millonarios contratos con Penguin Random House, Netflix, Spotify y tiene otros ingresos por entrevistas o apariciones especiales desde que decidieron vivir en Estados Unidos y renunciar a la Familia Real.
Actualmente viven en una mansión de 15 millones de dólares en Montecito, California, pero se ha dicho que están buscando nuevo hogar pues el vecindario ya no fue de su agrado.
