
En “Red”, la más reciente producción de los estudios Pixar que podrá verse a partir del 11 de marzo por Disney+, Meilin es una chica de 13 años que enfrenta una disyuntiva: su sobreprotectora madre la vigila tenazmente, lo que desata un cambio que va mucho más allá del comportamiento rebelde de una adolescente.
Dirigida por la joven Domee Shi, primera mujer encargada de la dirección de un largometraje de Pixar, “Red” tiene una interesante referencia al ánime japonés en una historia de crecimiento, amistad y amor filial ubicada en el Toronto de 2002 que desborda humor.

Para el doblaje al español del personaje de la madre fue elegida la mexicana Itatí Cantoral, quien, en entrevista con TiempoX, se dice emocionada de que la invitaran a participar en un proyecto de Disney y Pixar. “Y yo como mamá de tres hijos, tengo una hija adolescente de 13 años, esta película llegó para mí como anillo al dedo. En cuanto la vi, me identifiqué con la mamá. Yo soy así: supersobreprotectora y creo que como yo, hay muchas madres que se van a identificar. Y pues quien no quiera verse a sí misma, pues ni modo”, cuenta.
Itatí Cantoral sostiene que el tema de “Red” le pareció maravilloso. “Como madre me llegó al corazón, tocó mis fibras más profundas, además de que me sensibilizó y me hizo recordar muchas cosas: me dejó una hermosa moraleja”.

La dificultad de la voz
Convencida de que “Red” se convertirá en un clásico de Pixar, Itatí sostuvo que hacer doblaje tiene sus dificultades. “Es totalmente diferente a actuar. Para actuar tienes el cuerpo, los ojos, te puedes expresar con muchas otras cosas, pero aquí nada más te expresas con la voz, y entonces sí tiene que ver con una cadencia y con un ritmo porque además tiene que coincidir con la misma lipsync de la animación. Entonces me pareció que obviamente es un oficio maravilloso, algo nuevo para mí, ya había hecho algunas cosas pero no me dedico a eso, y me gustó mucho saber que tengo un rango vocal tan interesante y quiero seguir haciendo doblaje. Es muy interesante solo poder actuar con la voz”.
Para conseguir los registros adecuados, Itatí buscó más que nada en su experiencia como madre, aunque también empleó su experiencia como hija. “Primero me puse como la mamá que yo soy y después tuve que ponerme como la hija”, explica. “Y como mi madre acaba de fallecer, en esa escena de reflexión, que no podemos spoilear nada, a mí me llegó las dos veces. Cuando la vi sin haberla doblado, lloré muchísimo, y cuando la estaba doblando también, muchísimo, porque me tocó ese lado de hija también”.