Al parecer, ser niñera de un pequeño tan tierno como el príncipe William era toda una pesadilla. Por lo menos de acuerdo al nuevo libro "The Palace Papers", escrito por Tina Brown, que asegura que incluso la reina Isabel se quejó de que el pequeño "estaba fuera de control".
“A ella no le parecía gracioso de que él siempre decía: ‘cuando sea rey, voy a hacer una nueva regla de que…’”, escribió Brown.
“A los cuatro años, tenía el hábito poco amable de atacar a su nana, Barbara Barnes. ‘Nadie me dice qué hacer. Cuando sea rey te castigaré’”, decía.
Al parecer también los guardias estaban hartos de que el pequeño los mojara con una pistola de agua. Sin embargo, esta etapa rebelde terminó más o menos a sus seis años, cuando comenzó a atenerse a las reglas, y su hermanito, Harry, comenzó a ser el mal portado.
Supuestamente, Harry habría incluso embarrado boñiga de borrego en el traje de su padre solo minutos antes de que se tuviera que ir en un viaje oficial.