Celebridades

Las últimas vacaciones de la reina Isabel con sus nietos y bisnietos en Balmoral

Recientemente, Kate Middleton, junto con la princesa Charlotte y el príncipe Luois, fue captada en un vuelo comercial a Escocia para vistar a la reina en el Castillo de Balmoral.

El Castillo Balmoral era uno de los lugares favoritos de la reina Isabel II, donde disfrutaba pasar los días de vacaciones. La construcción del siglo XV, donde murió el pasado 8 de septiembre, se convirtió en uno de los lugares preferidos para despejar su mente y olvidarse unos días de sus deberes reales y pasar tiempo con su familia en completa privacidad.

Ante la fragilidad de su salud, la reina pasó los últimos meses en la residencia escocesa de 20 mil hectáreas rodeada de sus asistentes personales, equipo médico, pero también de algunos miembros de la familia.

Como todos los años, la reina viaja a Balmoral a principios de julio y permanecía hasta finales de octubre. En ese tiempo, recibía a los integrantes de su familia más cercanos. Hace unos días se le vio viajar a Kate Middleton, junto con la princesa Charlotte y el príncipe Louis en un vuelo comercial a Escocia. Se cree que después se les unió el príncipe William y al príncipe George.

Fuentes cercanas a la familia real aseguran que el tiempo que pasaban en la propiedad de la reina lo disfrutaban al máximo con actividades al aire libre, como pescar, montar a caballo, pasear en bicicleta e incluso hacer senderismo.

Los cambios en Balmoral

Debido a sus persistentes problemas de movilidad, la reina Isabel ordenó que se hicieran algunas modificaciones en Craigowan Lodge, la casa de piedra en la que solían hospedarse sus invitados para hacerla más confortable y que pudiera disfrutar y compartir con ellos.

De acuerdo con The Sun, Isabel II decidió aumentar la seguridad alrededor de los terrenos al colocar una nueva puerta en los accesos, otro sistema de intercomunicación y más cámaras de videovigilancia, pensando en la visita de sus hijos, nietos y bisnietos en este verano.

Los largos paseos por el campo y las espectaculares vistas a la montaña fueron algunas de las actividades que más disfrutaban los Windsor durante su estancia en la propiedad más querida para la reina ubicada en el condado de Aberdeenshire y en la que, sin duda, crearon maravillosos recuerdos con ella.

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