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El pasado 8 de septiembre murió la reina Isabel II, estremeciendo al mendo entero, pero también comenzaron a surgir algunas incógnitas como es la repartición de su herencia, misma que está valuada por 500 millones de euros, donde supuestamente quedó fuera Megan Markle y su hija Lilibet.
Uno de los bienes más preciados de Isabel II son sus joyas, mismas que tienen un valor incalculable, cabe señalar que contaba con una colección de 300 piezas, pero tal parece que habría dejado por escrito a las personas que recibirán las piezas.
En este sentido, diversos medios internacionales apuntan a que Isabel II efectuó cambios de última hora en su testamento tan solo unos días antes de su fallecimiento en el castillo escocés de Balmoral.
Meghan Markle y su hija Lilibet, fuera del testamento
La reina Isabel II dejó fuera del testamento a dos personas: Meghan Markle y su hija Lilibet (nieta de la monarca). De esta forma, las joyas más valiosas quedarían en manos de Kate Middleton y su hija, la princesa Charlotte.
Recordemos que entre la reina Isabel II y Meghan Markle no había una buena relación, y empeoró al revelarse los deseos de los duques de Sussex de desligarse de la Casa Real y trasladarse a vivir a Estados Unidos, además se acentuaron tras las polémicas declaraciones de Meghan acerca del supuesto racismo de la Casa Real.
En cualquier caso, al igual que sucedió en el fallecimiento de Enrique de Edimburgo, lo más probable es que los detalles del testamento de la reina Isabel II no se hagan oficialmente públicos y se mantengan en la intimidad.