
Gwyneth Paltrow contó que a los 30 sentía que había decepcionado a sus padres por no tener un bebé y que a los 40 años recurrió al botox, algo que fue muy "vergonzoso". La actriz dijo que tuvo que realizarse dicho procedimiento para revertir los efectos de la edad, un "cliché" en Hollywood
"Me siento muy bien. Me siento muy feliz y realizada. Extrañamente no me asusta llegar a los 50. Recuerdo que al cumplir 30 sentía mucha presión por casarme y tener un bebé. No tenía una relación seria cuando llegué a esa edad y recuerdo que sentía que estaba decepcionando a mis padres", contó Paltrow a la revista Vogue.

La ganadora del Oscar también compartió que cuando tenía 20 años se sentía como una niña y que cuando cumpliera los 30 debía controlar su vida, algo que no le pasa a los 50 años los cuales festejó el pasado 27 de septiembre.
"Y entonces, cuando cumplí los 40, realmente me asusté. Recuerdo que fui a un médico y me puse bótox. Fue terrible; fue muy vergonzoso. Me decía: 'Soy un cliché'. Pensé que tenía que redefinir muchos aspectos de mi persona. No fue tan aterrador como pensaba, por cierto, pero al entrar en esa edad creo que tenía muchos complejos.
"Cumplir 50 años ha sido mucho más fácil de lo que pensaba. Durante el último año, más o menos, he reflexionado sobre los diferentes capítulos en la vida de una mujer. ¿Qué significa pasar por la premenopausia y luego por la menopausia? ¿Y por qué es un tabú y por qué se nos echa a la calle? Realmente he recalibrado mi forma de ver esas cosas. No me identifico con una modelo de 26 años. No quiero su vida. No quiero su cara. No quiero su experiencia. Me he ganado mi vida. Me he ganado mis arrugas. He pasado por tantos altibajos y todo eso viene con un sabor dulce de haber vivido, de ser sabio, de ser humilde, de amar y perder y de todas estas cosas", dijo la esposa del productor de televisión Brad Falchuk.