Celebridades

El bautizo de la princesa Eugenia ocurrió en Navidad rompiendo muchos protocolos

El príncipe Andrés y su esposa Sarah Ferguson rompieron muchas reglas para bautizar a su hija.

El príncipe Andrés ha sido uno de los miembros más polémicos y rebeldes de la familia real británica. Se dice que fue el hijo favorito de la reina Isabel II, el tercero, justo después de la princesa Ana y antes del menor de la familia, el príncipe Eduardo. Se casó con Sarah Ferguson, una mujer de igual manera con una personalidad arrebatada, tuvieron dos hijas: la princesa Eugenia y la princesa Beatriz.

La princesa Eugenia es la hija menor de los Duques de York, siempre al margen de los escándalos de su familia, conciliadora y sin problemas con nadie. Trabaja de tiempo completo como pocos de la familia real. Tiene un puesto como directora de arte en la galería Hauser & Wirth, labor que combina con sus diferentes patrocinios y obras benéficas como el resto de los Windsor.

Está felizmente casada con Jack Brooksbank desde el año 2018 y juntos tienen un hijo llamado August, a quien se le ha visto muy poco.

Sin embargo, al ser nieta de la reina Isabel II, desde su nacimiento ha tenido los lentes de la cámara muy cerca de ella. Desde que era una niña tuvo que aprender a lidiar con ellos pues por la condición con la que nació, y sus polémicos padres, siempre estaba su nombre en los tabloides.

Enfermedad de la princesa Eugenia

La princesa Eugenia de York nació con una condición llamada escoliosis, que quiere decir nació con la columna vertebral completamente torcida. Con tan solo doce año tuvo que ser sometida a una cirugía algo complicada que afortunadamente salió perfecta.

Ahora tiene una gran cicatriz en la espalda que lleva con orgullo (de hecho la presumió por todo lo alto con su vestido de novia decidiendo no llevar velo para que se notara), dos varillas de acero y ocho tornillos. Ayuda a niños que lo padecen desde el Royal National Orthopaedic Hospital.

Bautizo de la princesa Eugenia

Pero mucho antes de su cirugía, el príncipe Andrés y Sarah Ferguson decidieron romper las reglas marcadas por el protocolo real para su bautizo. Resultó una ceremonia diferente dentro de los Windsor que recordarán por siempre. Se realizó un 23 de diciembre en Sadringham; así es, justo el día que la familia real se reúne para celebrar Navidad. 

La celebración fue transmitida mediante un altavoz para todo el pueblo y cerrando con broche de oro la diferente ceremonia, ha sido la única de la familia que no ha sido bautizada con el agua que se vierte en la fuente Lily, tradición creada por la reina Victoria y el príncipe Alberto cuando mandaron a hacer la fuente bautismal en 1840 con motivo del nacimiento de su primera hija, la princesa Victoria.

Por supuesto fue un gran escándalo tanto la fecha como las reglas rotas, pero sus padres sin duda lo gozaron pues son considerados como una de las parejas más polémicas de la familia real británica. Ahora la princesa Eugenia es una adulta con poder de decisión y aunque no trabaja directamente para la Corona, se ha mantenido fiel al protocolo en cada aparición pública.

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