La reina Camilla será investida como reina consorte el primer sábado de mayo de 2023, el mismo día que se llevará a cabo la ceremonia de coronación del rey Carlos III en la Abadia de Westminster donde recibirá una de las joyas reales más importantes: la corona que usó la reina Isabel I durante la coronación de Jorge VI.
Sin embargo dicho objeto podría tener un cambio considerable ya que un diamante de valor incalculable puede ser retirado de la corona utilizada por la futura reina consorte debido a las sensibilidades sobre sus orígenes.
Y es que en algunos medios se ha especulado que la reina consorte sería coronada con un atuendo que contenía el controvertido diamante Koh-i-Noor.
India, Pakistán, Irán y Afganistán reclamaron la propiedad del diamante, uno de los más grandes del mundo, y exigieron su devolución después de argumentar que los gobernantes de sus países alguna vez lo poseyeron. Pero Gran Bretaña ha rechazado sus reclamos, insistiendo en que la reina Victoria la adquirió legalmente en 1847 bajo los términos del Último Tratado de Lahore.
El Palacio de Buckingham se ha negado a discutir la controversia, pero el Daily Express entiende que ha habido dudas durante mucho tiempo sobre el uso del diamante de 105,6 quilates, que ha sido transmitido por miembros femeninos de la Familia Real y fue usado por la Reina Madre en la Coronación del Rey Jorge VI en 1937.
Cuando hubo informes a principios de este año de que el diamante se usaría en la próxima coronación, las fuentes reales insistieron en que era una especulación prematura: "No se han tomado decisiones".
Después de la muerte de la reina Victoria, el Koh-i-Noor se colocó en la corona de la esposa de Eduardo VII, la reina Alexandra, y se transfirió a la corona de la reina María en 1911 antes de pasar a la corona de la reina madre. Lo usó regularmente en la inauguración estatal del Parlamento y en la coronación de su hija, Isabel II.