Las ceremonias de bautizo de los bebés de la realeza está llena de tradiciones y rituales llenos de historia. En esta fecha se recuerda el bautizo del príncipe George, hace nueve años y en la que se rompió una tradición centenaria en la familia real.

El primogénito del príncipe William y Kate Middleton nació el 22 de julio de 2013 y fue bautizado un 23 de octubre en la Capilla Real en el Palacio de St. James, un lugar utilizado para varios bautizos reales a lo largo de los años y la ceremonia de matrimonio de la Reina Victoria con el Príncipe Alberto en 1840.

El príncipe George fue bautizado con el Lily Font, que fue diseñado por orden de Victoria y Albert para el bautizo de su primera hija, la princesa Victoria. El agua del río Jordán también se usó durante la ceremonia de acuerdo con la tradición real.

Otra de las importantes tradiciones en este tipo de ceremonias de los bebés royals es el atuendo. La túnica de bautizo real se elaboró ??para la princesa Victoria en 1841 y se usó para cientos de bautizos reales posteriores. Pero debido a su delicado encaje Honiton, se consideró demasiado delicado para volver a usarlo después del bautizo de la nieta de la reina, Lady Louise Windsor, en 2004.

Así que la reina Isabel II recurrió a su modista de confianza, Angela Kelly, para elaborar ??una réplica del vestido que se usó el príncipe George, y posteriormente sus dos hermanos, la princesa Charlotte y el príncipe Louis.

La historia del vestido de bautizo

Inspirada en su propio vestido de novia, la reina Victoria hizo fabricar la pieza especial para el bautizo de su primogénita, la princesa Victoria, utilizando el mismo encaje de Honiton en honor a la fecha: su primer aniversario de boda. Conocido desde entonces como el "vestido de bautismo de honiton", fue posteriormente usado por sus otros hijos y los hijos de ellos. De hecho, fue usado por 62 bebés reales durante los siguientes 163 años, incluidos cinco monarcas: el rey Eduardo VII, el rey Jorge V, el rey Eduardo VIII, el rey Jorge VI y la reina Isabel II.

El príncipe Carlos, Guillermo y Harry fueron de los últimos miembros de la familia en usar el original, que luego fue replicado para las generaciones futuras. Lady Louise Windsor, la hija del príncipe Eduardo y la condesa de Wessex, fue la última en usarlo en 2004, cuando la reina decidió que su modista, Angela Kelly, lo rehiciera. El príncipe George, Charlotte y Louis fueron bautizados con esta nueva versión más resistente, que es una copia exacta.

El truco de Angella Kelly para que el vestido luciera antiguo

La modista viajó hasta Italia con la intención de conseguir el mejor encaje con el que realizar la delicada prenda. Pero para conseguir que el vestidito pareciera de la misma tela que el original lo tiñeron con té negro, en concreto de la marca Yorkshire, que es el más fuerte.

"Pusimos cada pequeña pieza de encaje en un cuenco y lo llenamos con agua fría y una bolsita de té. Dejamos cada pieza unos cinco minutos, mientras comprobábamos que la regularidad del color fuera perfecta", indicó Angela Kelly en su libro "The Other Side of the Coin: The Queen, the Dresser and the Wardrobe".

El proceso duró unos nueve meses en total y la reina Isabel se involucró por completo. “Su majestad estaba implicada en ver cómo se desarrollaba todo”, así que cada parte que cosía a la tela principal, se la enseñaban a Isabel II antes de coser la siguiente.

Una vez terminada la obra de alta costura, el primer privilegiado que la llevó fue Jacobo Mountbatten-Windsor, el hijo menor de Eduardo de Wessex, en abril de 2008, después de él, lo han llevado numerosos miembros de la familia real que han ido naciendo, entre los que obviamente se encuentran el príncipe George y sus hermanos Charlotte y Louis así como Archie, el hijo del príncipe Harry y Meghan Markle.

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