Madonna es sin duda alguna una de las artistas más complejas y controvertidas pues, a lo largo de su exitosa trayectoria, se ha adaptado a las tendencias, se renovó, reinventó y logró hacer un "statement" no sólo en su carrera musical, sino también en la moda y el arte.
Pero en ese largo camino, la "Reina del Pop" también logró incomodar a El Vaticano en más de una vez, a tal grado de recibir en tres ocasiones la sanción más severa que un católico puede recibir: la excomulgación.
De acuerdo al Código de Derecho Canónico, la excomulgación o anatema implica una ruptura con los vínculos que unen al creyente a Cristo por medio de la Iglesia. Si bien no pone a la persona fuera de la iglesia, ya que el bautismo es irreversible, sí impide la recepción de los sacramentos y el ejercicio de ciertos actos eclesiásticos.
De esta manera, el excomulgado es considerado como un exiliado de la sociedad católica y como no existente en la vista de la autoridad eclesiástica. Su finalidad es la enmienda del “pecador”, no su condena, y la excomulgación solo puede ser absuelta si la iglesia lo permite.
En 1989, Madonna lanzó el video musical "Like a Prayer", un single que se desprende de su disco homónimo, el cuarto de su carrera, y se centra en la religión, uno de los temas más delicados y que para esa época resultaba prácticamente un sacrilegio siquiera ponerlo sobre la mesa.
Dirigido por Mary Lambert, en el video se ve a Madonna vestida de negro portando un collar con dije de cruz. Ella, una mujer atormentada, ve cómo los blancos supremacistas asesinan a una mujer y después, arrestan a un hombre afroamericano. Entonces ella se refugia en una iglesia para comenzar a "rezar" y es ahí cuando aparece un santo negro con un ramo de rosas y un cuchillo.
De él comienzan a salir algunas lágrimas para luego cobrar vida, le da un beso en la frente y sale de la iglesia. En ese momento ocurre el intento de asalto-violación y, cuando el hombre ayuda a la joven, los delincuentes huyen, la policía piensa que él es el culpable y lo llevan a la cárcel.
¿Y qué fue lo que molestó a la iglesia? A ellos no les gustó que Madonna mezclara la religión y la política con el erotismo y la crítica. La polémica fue tal que el Papa Juan Pablo II "atacó" directamente a la artista, luego de la publicación del video y de la aparición de éste en un comercial de Pepsi.
En su segundo single, "Express Yourself", ella cantaba sobre la libertad de expresión y el derecho de las mujeres a estar en control sobre su propia sexualidad; el tema fue su segundo sencillo lanzado tras la polémica generado por su predecesor y bajo la condición de ícono blasfemista que le otorgó la atención que recibió de El Vaticano.
Posteriormente, el Papa Juan Pablo II pidió a todos los feligreses que se abstuvieran de ir al tour "Blonde Ambition" porque Madonna sexualizaba a los hombres con crucifijos y al considerar el videoclip de "Like A Prayer "uno de los espectáculos más satánicos de la historia de la humanidad".
En 1990 el "Blonde Ambition Tour" llegó al Stadio Flaminio de Roma y El Vaticano trató de impedir el show de Madonna, quien a su llegada a Italia emitió un comunicado en el que además de amenazar con irse si la interrumpían, pidió que "si están tan seguros de que soy una pecadora, dejen que Él, el que nunca pecó, sea quien arroje la primera piedra. Y si no están seguros les suplico, como hombres y mujeres de la casa de Dios que adoran al amor incondicional, que dejen que la gente vea mi espectáculo y me juzgue".
"Mi show hace preguntas, provoca reflexiones y te lleva en un viaje emocional. No defiendo una forma de vida, solo la describo y el público concluye sus propias decisiones y juicios. Eso es lo que considero libertad de expresión, de discurso y de pensamiento. Impidiéndome actuar, la Iglesia católica está diciendo que no cree en estas libertades", dijo en aquel entonces.
Otra situación que incomodó a la iglesia católica ocurrió en 2006, durante su gira "Confessions Tour". La artista apareció en el escenario crucificada en una cruz de neones y cuando llegó a Roma, El Vaticano reaccionó: "este concierto es un desafío blasfemo a la fe y una profanación de la cruz. Debería ser excomulgada. Crucificarse a sí misma en la ciudad de los Papas y los mártires es un acto de abierta hostilidad".
"Un poco a mi relación con Dios, o Dios y su sensualidad, o el jugar con la idea de Dios y la religión o sexualidad, temas que abordo en mis canciones, Ese es el motivo por el que he sido excomulgada de la iglesia católica no una ni dos, sino tres veces", dijo entonces Madonna.
El tercer Papa de la era Madonna, Francisco, es su favorito, incluso durante un concierto en Filadelfia en 2015, como parte del "MDNA Tour", ciudad donde casualmente el pontífice también se encontraba de gira, Madonna lo elogió y le dedicó "La vie in rose".
“Las reglas son para los necios, por eso me gusta el nuevo Papa, parece abierto de mente. Él me ha seguido desde Nueva York hasta Philadelphia… He sido excomulgada. Tres veces. Eso demuestra que se preocupan por mí”, dijo.
La cantante no ha dejado de compartir su simpatía hacia el Papa actual. "El mensaje de Jesucristo era el de amar al prójimo y eso significa no juzgar. Para ello, tienes que aceptar a la gente que no tiene estilos de vida que tú consideres convencionales. Así que creo que (Francisco) es bueno, sí. Y también pienso que es el tipo de Papa con el que te puedes sentar a tomar el té, gastarle una broma y él se reiría ", aseguró.
Ahora, la artista de 63 años utilizó sus redes sociales para pedirle una audiencia al papa Francisco, quien ha experimentado complicaciones de salud que le impiden estar de pie, "para hablar de cosas importantes" y aunque no se tiene registro de que le haya respondido, el mensaje causó revuelo entre sus seguidores.
