Aunque el depuesto rey Juan Carlos y su esposa, doña Sofía, entraron solos a la abadía de Westminster, los reyes de España, Felipe y Letizia se sentaron junto a ellos durante el servicio del funeral de Estado de la reina Isabel, quien falleciera el pasado 8 de septiembre.
Es la primera vez desde enero de 2020, cuando se celebró el funeral de la infanta Pilar, que no se veía a los cuatro reyes de España juntos. Pero este lunes, los padres del rey Felipe compartieron el mismo banco con su hijo y su nuera.
Don Juan Carlos se sentó entre doña Sofía y la reina Letizia, quien a su vez tenía a su lado a su esposo. La imagen era una de las más esperadas, pues en España había todo tipo de especulaciones sobre cómo se acomodarían durante la celebración religiosa.
De entrada, se había especulado sobre la presencia de don Juan Carlos y doña Sofía, pero el Palacio de la Zarzuela confirmó su presencia al recibir las invitaciones para la delegación española, que los incluía a los cuatro en el funeral y los actos paralelos programados en honor a la difunta monarca.
Las invitaciones fueron dirigidas a los jefes de Estado y exjefes de Estado, así como a sus respectivos cónyuges tanto de España como de Bélgica, Dinamarca y Países Bajos, así como al príncipe heredero de Dinamarca (la reina Margarita es viuda).
La decisión sobre cómo entrarían en la abadía y cómo se sentarían dentro de ella la tuvo la Casa Real británica, como organizadora del evento. Se pensaba que don Felipe y doña Letizia, por pertenecer al grupo de invitados de jefes de Estado y consortes, se sentarían en un lugar distinto al de don Juan Carlos y doña Sofía, que pertenecen al grupo de exjefes de Estado y acompañantes.
Sin embargo, los cuatro fueron acomodados en el segundo banco de uno de los laterales, justo enfrente del féretro de la monarca británica fallecida a los 96 años.
Delante de ellos estaban Margarita de Dinamarca y su hijo, el príncipe Federico; Carlos Gustavo y la reina Silvia, de Suecia, y los reyes Guillermo y Máxima, de Países Bajos con la princesa Beatriz. Detrás, se encontraban Felipe y Matilde, de Bélgica, y los Grandes Duques de Luxemburgo.